Parte 212: Noche con el demonio

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Advertencia: Este es un episodio un poco lemon/hentai se recomienda que los menores de 15 años (que no me haréis caso) no lo vean, sin embargo todo recae sobre vuestra responsabilidad    

Era de noche en la academia y el carcelero se encontraba en su habitación mirando por la ventana, estaba disfrutando de como un invocador se desangraba.

El pobre tipo había tenido algún tipo de accidente y le quedaba menos de un minuto de vida.

"A veces los pequeños placeres de la vida..."

La puerta de su habitación se abrió muy despacio, con su novia de blanco entrando.

"Duran muy poco..."

"Hola, Thresh" - le saludó con una sonrisa

"Evelynn, ¿pasa algo?"

"Thresh... querido..." - la diablesa cerró con pestillo la puerta

"¿Otra vez? Esta semana van ya tres veces, y estamos a miércoles"

"Tienes que acostumbrarte a mi nuevo cuerpo..." - dijo mientras le agarraba del brazo con uno de sus látigos

"¿Acostumbrarme? Querrás decir acostumbrarte"

"¿No es lo mismo?"

La blanquecina nigromante se fundió con las sombras del suelo, reapareciendo en la cama del campeón y eliminando las partes de su "ropa".

El esqueleto viviente lanzó un breve suspiro y se acercó a ella, sentándose en el filo de la cama y deslizando su oscura mano por su rostro.

"No te hagas derogar... a ti también te gusta..."

"Tal vez me gustase más cuando estaba vivo"

"No quiero quejas..."

El carcelero arrastró su dedo por toda la cálida piel de su mujer poco a poco, provocando que que la chica temblase con el frío tacto.

El paseo terminó cuando la mano de Thresh comenzó a hacer presión en la vagina de la mujer, quién comenzó a temblar.

"¿Tan caliente?"

"¿Por ti? Siempre... jeje..."

"Ni que estuvieras en época de cel..."

Evelynn le agarró de sus ropas y le dio un beso en sus expuestos dientes, pasando sus manos a la espalda del espectro y dejando que siguiera jugando con ella.

Finalmente retiró sus labios y se mordió cuando llegó el momento del clímax.

"Arf... arf..." - respiraba la hacedora de viudas

"........"

Una vez calmada sonrío y levantó sus cejas esperando una segunda ronda.

Thresh realmente quería a su mujer, aunque a veces podía resultar un poco... muy.. bastante caprichosa, pero de todos modos se dejó guiar.

"¿Listo para continuar?"

"........"

Con su mano derecha comenzó a rozar su húmeda zona mientras la diabla le incitaba a morder sus pezones con sus oscuros dientes.

"Thresh...." - murmuraba de placer

El espectro levantó la cabeza para que pudiera ver su calaverico rostro y sus oscuras cuencas huecas en el momento en que se corriera.

Este parecía ser un mero fetiche de Evelynn, pero parecía una forma de decirle que era suya.

"Solo tu puedes hacerme esto..."

"Te refieres a..."

"Ponerme así de caliente y húmeda tan... rápida..." - repitió esto última en voz baja

Los látigos apartaron los brazos de Thresh para que la mujer pudiese restregar todo su cuerpo con el de su amante.

La tercera ronda fue donde empleó los dedos de su amante de mejor manera, quedando satisfecha con el clímax.

"No ha estado mal, querido" - dijo la campeona "enfundarse" las sombras

"Lo que sea...." - murmuró apoyado en la ventana

"Tienes que admitir que amas cuando lo hacemos"

"Evelynn, soy un (bababui) esqueleto, la única que disfruta eres tu"

"¿Y no amas que disfrute tanto de ti?" - le dijo con los ojos clavados en él

"......."

"Sé que a pesar de todo también te existas..."

"........"

"Venga... reconocelo..."

"Arf...." - suspiró el espectro

Thresh atrajo el cuerpo de su mujer, haciendo que su cabeza se quedara reposando en su pecho mientras le acariciaba el pelo y seguía observando por la ventana.

"Parece que el invocador se ha recuperado..."

"No cortes el momento, querido... piensa en... cuan caliente te pongo..."

"Tu si que sabes cortar el momento"

Sin que lo supiera y tras el edificio, el invocador se encontraba todavía sangrando pero consciente, con un hombre vestido de morado delante suya.

"Por favor... no lo hagas...."

"Adimoc somatisecen...." - dijo con una voz profunda

Muchos entes aparecieron detrás de él, avanzando a gran velocidad contra el humano, mordiéndole y arrancando su carne.

La Cripta de Thresh Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora