Parte 261: Cazador y segador

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Thresh, el carcelero, había tenido un día realmente duro. Se había peleado con mortales, todavía era débil a la luz solar, no podía encontrar silencio...

Y aún así no podía estar tranquilo ni en su propia habitación, siendo visitado por las malas por el cazador conocido como Rengar.

"¿Vas a recolocar la puerta o te vas a quedar de pie?"

"Es una puerta, después la pondré tras que...."

"Ni después ni nada, ahora mismo"

"Tengo asuntos más importantes que...."

"Ya estás poniendo la maldita puerta" - dijo con tono amenazante

"Grgrr...."

El león humanoide quería algo del espectro, por lo que le siguió la corriente y recolocó la maldita puerta hasta dejarla como antes.

"No era tan difícil..."

"Esto está un poco oscuro, ¿no?" - comentó Rengar

"Chico listo... ahora dime, ¿qué es lo que quieres?"

"Vengo por eso..." - dijo señalando la linterna

"¿Mi linterna? Lo siento, no tengo por costumbre dejarla"

"Quiero ver a un alma del interior de la linterna"

"¿Ver a un alma? ¿A un espíritu?"

"Si, quiero contactar con un alma de tu linterna"

Eso provocó una breve risa en el esqueleto de ropajes negros, quien procedió a agarrar con más fuerza la cadena de su linterna.

"¿Qué ves que haga tanta gracia?"

"En este sitio hay magos, hechiceros, sacerdotes místicos, nigromantes ¿y vienes a mi? ¿al carcelero de las almas perdidas?"

"Precisamente, es más fácil contactar contigo"

"Vete a la (bababui) y fuera de mi habitación" - le dijo con frialdad

"Gfrgrrrr..."

Normalmente Thresh estaría interesado en algún trato así, pero los recientes sucesos le impedían mantenerse sociable o minimamente dispuesto a ayudar.

"He venido por ese alma" - dijo agarrando su machete - "Y no me iré sin ella"

"Estoy harto de estos pirados..."

"Grggrr...."

El nigromante rápidamente lanzó su hoz contra el cazador, quien lo esquivó con su agilidad y procedió a golpearle con sus garras.

Thresh tampoco se quedó atrás y replegó sus cadenas, colocandolas alrededor del cuello de su presa e impidiendo que pudiera respirar.

"¿Dices algo? Es que no puedo entenderte"

"Graa... fgrgrrrr...."

"Al final si voy a obtener un al..."

Rengar golpeó con su machete el estomago de Thresh, haciéndole retroceder un poco. Esto fue acompañado de varios cortes en sus negros ropajes.

La cadena seguía circulando y el cazador pudo esquivarla nuevamente. Esto le dio tiempo para sacar una especie de dardo que tenía en su bolsillo.

"¿Un dardo? ¿Qué clase de arma es esa contra mi?"

"Tenía pensado usarlo con Pantheon.... pero servirá contigo..."

"Necio, mi cuerpo ya no tiene carne o sangre"

"Ya contaba con ello..."

El carcelero volvió a la carga con su arma, sin poder rozar al antropomórfico león y sus instintos de cazador. Este por el contrario logró golpearle con el dardo.

"Va en serio, no puedes hacerme nada...."

"¡Gggrrraaahhh!"

"Mira que eres un pesa..."

De tanta fuerza con la que le había golpeado, le había causado una pequeña quebradura en sus huesos. Esto provocado por el débil estado del carcelero.

A través de los huesos si logró colar el dardo gracias a su fuerza.

"¡Maldito bicho!" - gritó cortandole con su hoz

"Arrrgg...."

"Voy a destrozarte en... tro... zos..."

"¿Ya no tienes frases tan elocuentes?"

"Tro... arr... arrgg..."

Repentinamente el nigromante cayó de rodillas, soltando tanto su arma como la linterna, quedando en un estado similar al de un coma.

"Un espectro tiene que tener muchos enemigos... en especial tu..."

La Cripta de Thresh Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora