La Cripta de Thresh Vol.2

Parte 286: Romper el equilibrio

Zed había pedido a Thresh que le ayudara con Syndra y que le practicara un exorcismo. Ahora el ninja estaba esperando en la oscuridad a sus compañeros.

No solo había llamado al demonio, sino que también se encontraba allí Veigar, el brujo. Si alguien podía ayudar... eran ellos...

"¡Te estoy diciendo que no hace falta matarla!" - gritó el yordle

"¡Su alma oscura impedirá el exorcismo!" - le debatía el fantasma

"¡No lo hará! ¡Ya he hecho exorcismos antes!"

"¡Y yo comparado a ti soy el maldito demonio!"

"¡Eres un adorno de Harrow..."

"¿Qué estáis haciendo?" - preguntó Zed

"El demonio dice que debemos matar a Syndra"

El Maestro de las Sombras giró bruscamente para ver al nigromante, quien no parecía importarle lo que había dicho momentos antes.

"Syndra es la Soberana Oscura, es posible que el exorcismo la mate"

"No la matará..."

"Su energía oscura podría interferir..."

"No la matará..."

"Nunca hemos hecho esto con una usuaria..."

"No la matará...."

Los Emisarios restantes se miraron entre si, era bastante impresionante la confianza que tenía en sus camaradas, aún sabiendo la posibilidad.

Sin embargo era Zed quien realmente creía que ella era lo suficientemente poderosa como para soportar cualquier metedura de pata.

"Pues pongámonos en marcha" - propuso el mago

"Zed, ¿cómo ocurrió todo eso?"

"........"

El ninja no habló, solo se quedó pensando a medida que recordaba lo sucedido.

"Tras lo ocurrido con el Matadragones..."

"Entonces fue hace menos de una semana" - comentó Thresh

"En principio acudió a mi por su fiebre, no quería que le atacaran estando así... pero luego fue a peor... sentía que algo iba mal..."

"La energía oscura puede ser muy peligrosa, ¿cómo estás tan seguro de que fue poseída?"

"He convivido con la oscuridad y en cuanto me sonrío... supe que ella no era Syndra..."

"Eso es... buena señal, supongo"

El hechicero abrió su libro de hechizos y buscó algo que pudiera explicar lo ocurrido.

"¿Algo más? Algo que notes extraño o..."

"Hablaba de otra mujer"

"¿Es bisexual?" - preguntó Thresh

El Ninja y el Mago miraron fijamente al espectro de negro, que se dio cuenta de lo dicho.

"Lo siento, mucho tiempo encarcelado con Evelynn..."

"Parecía no reconocerme o intentaba fingir que lo hacía"

"Quizás haya entrado en contacto con algún objeto maldito o...."

"No, ha sido poseída por un espíritu" - dijo en seco

"Estás muy seguro de ello"

"Thresh, mis discípulos están disciplinados en tratar con entes... si te he llamado a ti no es porque no confíe en Veigar..."

"¿Qué clase de espíritu le ha poseído?" - preguntó preocupado

"La ultima vez que la vi sustituyó sus ropas moradas por unas rojas..."

"No me fastidies..." - murmuró con poco entusiasmo

"Tienes que tener mucho valor para traerle en ese caso..."

"Veigar, quiero dejar claro que no le he llamado únicamente por sus conocimientos..."

"¿A qué te referías entonces?"

El Maestro Ninja se quedó quieto y puso sus ojos rojos sobre el nigromante.

"El equilibrio está para romperse... pero si uno de los Sangrientos mata a Syndra... yo te mataré..."

"Zed... ¿qué demonios estás diciendo?"

"Eres mi compañero, Thresh... pero si ella muere y no puedes salvarla... me encargaré de cazar a cualquiera de tu calaña..."

"Zed, no estás pensando con la cabe..." - intentó decirle Veigar

"He hablado..."

Pero el ninja simplemente desapareció fundiéndose con las sombras. Frente a ellos aparecían un par de miembros de la Orden de las Sombras.

"¿Les importaría en seguirnos?"