Parte 263: Fantasmas despiertos

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Thresh se encontraba despertándose de una horrible pesadilla a manos de Rengar, quien le había clavado un dardo alucinógeno en todas su vertebras.

Frente a él había unos invocadores llevándose al cazador, también estaba Evelynn a su lado. La habitación también parecía más destrozada que habitualmente.

"¿Qué ha pasado?" - preguntó el fantasma

"Llegué y vi como ese animal sin cerebro te estaba atacando"

"Hacía décadas que no tenía un sueño... no me gustan...."

"Seguro que habías tenido un sueño húmedo con tu querida esposa"

Si el nigromante hubiese tenido ojos seguramente ella hubiese notado lo molesto que estaba.

"Oye, ¿y cómo es que el Rengar estaba inconsciente?"

"Soy muy habilidosa con los látigos"

"Tus... ¿tus látigos?"

Thresh se extrañó al escuchar que ella lo había derrotado. Sabía que era fuerte, muy fuerte, pero no tanto como para humillar al gato de (bababui).

"Lo que más me costó fue que despertaras"

"Estaba rememorando mi muerte" - le explicó en seco

"¿Tu muerte? ¿En la biblioteca de las sombras?"

"Si, hacía tiempo que no recordaba mi viejo yo"

"¿El qué quemaba a gente viva y poseía a curas?" - preguntó mientras dejaba caer su cabeza en su hombro

"Si, los buenos tiempos..."

"Anda, reacuestate un poco, ¿quieres?"

Ambos se quedaron por algunos segundos en silencio, recordando todo lo "vivido" hasta ese momento y que les quedaría por pasar.

Se conocieron en vida, se casaron en la muerte, incluso compartían el mismo oficio. Los dos solo se tenían el uno al otro en todo este mundo de caos y miedo.

"¿Por qué no vamos un rato al cementerio? Siempre es un destino romántico"

"Queda poco para que salga el sol, no es seguro"

"Venga, mi blanca piel exige un poco de luz lunar"

"¿Luz lunar? Suenas como la Lunari"

"Thresh... por favor..."

"Chsstt..."

El dúo se levantó y comenzó a caminar rumbo al cementerio que había cerca de la academia, que estaba reservado para los invocadores fallecidos.

"Me encanta ver las lápidas a estas horas"

"Si, tan encantador como despellejar a una virgen..."

"Uh, recuerdas bien nuestra luna de..."

"¡Eh! ¡Vosotros!" - gritó una voz

Esta pertenecía a una especie de sepulturero, vestido enteramente de negro, con sombrero y una pala en mano. También parecía tener voz de enfadado.

"¡Esto sigue siendo para todos los públicos! ¡Vigilad ese lenguaje!"

"¿Quién es ese tío?" - preguntó el carcelero

"Ni idea, solo pasa de él"

"Hoy en día nadie nos tiene respeto" - se quejó Thresh

"Seguimos siendo amenazantes, Thresh, pero como campeones nos miran de otro modo" - dijo acentuando un poco sus pechos

"Recuerdame para que ingresamos aquí..."

"Cosechar almas, venganza y muerte"

"Por ahí vas a salvarte" - dijo el espectro

"En el fondo eres muy celoso, y eso a veces me gusta"

"¿Celoso? No estás hablando con un yordle veinteañero o un tipo aislado del mundo" - comenzó a rajar el esqueleto

"Ajá... ¿y quién crees que eres entonces?"

"Yo soy un maestro del dolor, único en mi trabajo y el nigromante más oscuro..."

"Tranquilízate Thresh, soy toda tuya"

La diablesa se acercó y puso sus brazos alrededor del cuello de su amante, dándole un beso en la dentadura del espectro, con solo su fuego esmeralda iluminándolos.

"Deberíamos volver ya, Evelynn"

"¿Pasar nuestro juego a la cama? Me sorprendes, Thresh"

"No, me refiero a que en diez minutos saldrá el sol" - dijo en seco

"Eso me huele a excusa para pasar tiempo conmigo"

"Evelynn, no podemos salir de la misma habitación porque nos incineraríamos"

La pareja siguió su camino para ocultarse del sol hasta que saliera la luna... en un silencio sepulcral...

La Cripta de Thresh Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora