Ella nunca imaginó que unas vacaciones con su hermano cambiarían su vida.
Él no se esperaba que después de aquella tragedia de la que se sentía culpable, alguien pudiera amarlo de la manera en la que ella lo hace.
Juntos lucharán contra lo que aquel...
Por fin habían llegado las vacaciones, esperé éste momento por semanas, apenas es mi primer año de universidad y ya sentía que explotaría de presión. Estos dos meses libres realmente me ayudarán.
Estoy en mi habitación haciendo mi maleta, iré de viaje con Anahí y su familia, iríamos a una pequeña casa que su familia tiene en Cartagena y pasaremos ahí la mayor parte de las vacaciones.
Hace poco más de un año llegué a vivir a Colombia. Mi madre y yo solíamos vivir en México pero ella conoció a un Colombiano que había enviudado tiempo atrás, se enamoraron y se casaron por lo que nos mudamos a Colombia a vivir con él y su hijo que es pocos años mayor que yo llamado Alfonso, aunque sus amigos lo llaman Poncho.
Mi relación con mi hermanastro es buena, somos como buenos amigos, a veces salía con él y sus amigos, pero nunca conversé mucho con ellos, siempre me acompañaba mi amiga. Hoy mi madre y Felipe cumplían un año de casados y decidieron festejarlo haciendo un viaje por Europa. Pasarían allá dos meses conociendo el continente.
Poncho iría con sus amigos a pasar las vacaciones fuera de Bogotá en la casa que su abuelo le obsequió.
Mi amiga entró a mi habitación. Anny: hola… Poncho me dejó entrar- dijo triste.
Dulce: amiga que bueno que llegas, necesito que me ayudes a elegir… ¿cuál es mejor?- pregunté feliz mostrándole dos trajes de baño.
Anny: Dul sobre eso quería hablar contigo- dijo triste y presté atención.
Dulce: ¿qué pasa?
Anny: mi madre canceló el viaje… la llamaron de la escuela y le dijeron sobre mis notas en matemáticas y ya no vamos a ir de viaje.
Dulce: Anny ¿es en serio?- dije desilusionada.
Anny: si amiga perdón- bajó la mirada avergonzada.
Dulce: no te preocupes, iremos en otra ocasión- la abracé.
Anny: gracias amiga- observó su celular- tengo que irme, estoy castigada todas las vacaciones apenas me dieron permiso de venir a avisarte, no quería hacerlo por teléfono.
Nos despedimos y la acompañé hasta la puerta, cuando se fue entré a la cocina por algo de comida, estaba muy desilusionada.
Sobre la mesa de la cocina había una enorme mochila con comida y algunas otras cosas, recordé el viaje de Poncho.
¿Qué haría ahora? No habría nadie en casa durante dos meses y mi madre no me dejará quedarme sola. Ellos estaban de viaje, Poncho se iría por un mes y Anahí estaba castigada, tampoco podía quedarme con ella.
Alfonso entró por la cocina limpiando la grasa de automóvil de sus manos.
Poncho: hola hermanita ¿ya lista para tu viaje?- tomó una manzana y le dio un gran mordisco.
Dulce: no, el viaje se canceló Anahí reprobó matemáticas y su mamá la castigo- dije un poco molesta.
Poncho: que pena ¿que harás entonces?
Dulce: no lo sé, mamá no me dejará quedarme sola en casa- dije cubriendo mi cara con mis manos desesperada.
Poncho: puedes venir con nosotros- dijo tranquilamente dando otro mordisco a la manzana.
Dulce: no quiero incomodar… llevan mucho tiempo planeando este viaje, no se los quiero arruinar- él me sonrió.
Poncho: tranquila a los chicos no les importará, les caes bien. Haz tu maleta, lleva ropa ligera y también abrigada, el día allá es caluroso pero la noche es fría. Te veo en 30 minutos, me daré una ducha y nos vamos- dijo besando mi frente y se fue sin dejarme responder.
Genial… pasaré un mes entero en una casa junto a 5 chicos locos.
Media hora después subimos las maletas y la comida a la camioneta de Poncho, él dio una última revisada al motor para asegurarse que todo esté bien y comenzamos el viaje hacia la casa de uno de sus amigos.
Al llegar pude ver en el jardín a cuatro chicos muy guapos jugando fútbol americano. Derrick, Christian, Thomas y Christopher. Bajamos del auto y los saludamos.
Poncho les dijo que yo iría con ellos y los chicos aceptaron sonriendo, centré mi vista en uno de ellos... Christopher Uckerman siempre ha llamado mi atención, es realmente guapo... de cabello castaño perfectamente desordenado, ojos marrones muy cautivadores y unos gruesos y rosados labios que parecían muy apetecibles.
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Parece que él notó mi mirada porque me miró y sonrió de lado, yo lo imité y centré de nuevo mi atención en lo que Poncho decía.
Subimos todas las cosas a la camioneta mientras Derrick y Christian comenzaron a subir una enorme hielera, pero casi la tiran.
Thomas: ¡Ten cuidado animal! ¡Eso vale más que tu vida!- gritó alterado y los ayudó a subirla a la camioneta.
Dulce: ¿que hay en la caja?- susurré a Poncho.
Poncho: cerveza, vodka… alcohol en general- dijo como si fuera obvio- bueno señoritas si ya terminaron de jugar es hora de irnos- dijo dirigiéndose a la camioneta.
Todos subimos a la camioneta; Poncho conducía, y los chicos iban atrás, Derrick en la ventanilla, Thomas en medio y Christopher atrás de mi asiento. Christian estaba en la parte de atrás donde iban las cosas, dijo que quería dormir cómodo y se acomodó ahí, yo pienso que es para comer durante el camino sin tener que compartir.
