Ella nunca imaginó que unas vacaciones con su hermano cambiarían su vida.
Él no se esperaba que después de aquella tragedia de la que se sentía culpable, alguien pudiera amarlo de la manera en la que ella lo hace.
Juntos lucharán contra lo que aquel...
La noche por fin había terminado, parecía que el amanecer no llegaría nunca, las horas pasaron tan lentamente que comencé a creer que el tiempo se había detenido.
Christopher estaba más nervioso a cada minuto. No sabía cómo ayudarlo, porque estaba igual o más nerviosa que él.
Sentía que algo en Alex no estaba bien, era muy extraño que de la noche a la mañana sea el hermano preocupado y arrepentido. Porque aún antes del accidente él y Christopher nunca se llevaron muy bien, Alex siempre trató de tener la aprobación de su papá, sin importar lo que eso implicara.
A pesar de eso Víctor nunca tuvo ningún tipo de aprecio por él, ni por alguno de sus hijos, excepto por Valeria, según Poncho Valeria era la consentida de Víctor, por lo que la versión de que únicamente él planeo esto no cuadraba muy bien.
Sin embargo no quería decir nada, Christopher estaba mal y contarle mis sospechas no ayudará mucho, lo que más quería era estar cerca de él. Además como dice mi mamá, cuando de verdad amas a alguien cualquier persona es sospechosa de hacerle daño, tal vez sólo sea mi imaginación, lo único real es que el tiempo sacará a flote cualquier verdad sea o no dolorosa.
Al fin el medio día había llegado, Christopher se preparaba para ir a mi casa, donde se encontraría con Poncho, Alex y el detective que ellos habían contratado.
Estaba en la sala cuando él salió de la habitación, me miró y me levanté para abrazarlo.
Dulce: ¿quieres ir solo?- le dije aún en el abrazo. Él negó.
Chris: acompáñame por favor- me separé de su abrazó y acaricié su mejilla para después besar sus labios.
Dulce: resultará bien mi amor- él asintió con una media sonrisa. Tomó mi mano y salimos del departamento.
Llegamos a mi casa y Poncho estaba en la sala, Christopher apenas lo miró pero no lo saludó, simplemente entró a la cocina sin decir una sola palabra. Mi hermano lo siguió con la mirada un poco triste y después me miró a mí, le sonreí y me acerqué hasta abrazarlo.
Dulce: ¿Cómo estás?- Dije en medio del abrazo.
Poncho: creo que bien… ¿Cómo está Ucker?
Dulce: pues preocupado… confundido….
Poncho: claro, si para nosotros es difícil imagínate para Alex y Christopher.
Dulce: Poncho… ¿tú confías en Alex?- él me miró sorprendido.
Poncho: ¿por qué lo preguntas?
Dulce: es que… es muy extraño, cambio mucho de la noche a la mañana… yo sé que las cosas cambiaron entre ellos, pero hay algo en él que no termina de cuadrarme.
Poncho: bueno Dulce… todo lo que han pasado no fue fácil y tal vez lo que descubrió lo hizo cambiar o no sé, algo así.
Dulce: pues más le vale, porque si trata de dañar a Christopher o a ti va a conocer lo que es una mexicana molesta- él me miró sonriendo.
Poncho: tú siempre tan tierna- dijo riendo mientras me abrazaba.
Maite: ay no, yo también quiero abrazos- llegó hasta nosotros y Poncho la unió a su asfixiante abrazo.
El timbre de la puerta se escuchó y nos separamos para abrir.
Derrick entró y saludó a mi hermano, besó mi mejilla y después abrazó a Maite y besó sus labios.
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Poncho: bueno ya está…- dijo aplaudiendo. Negué sonriendo- ¿van a salir de nuevo?- Maite asintió sonriendo en brazos de Derrick- ¿ya son muchas no?
Dulce: Poncho déjalos en paz… no seas amargado- dije sonriendo- bueno yo me voy a buscar a mi novio.
