Capítulo 4

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Pasé todo el día encerrada ni siquiera bajé a comer, le dije a Poncho que me sentía mal y quería dormir.

Ya era de noche cuando desperté, me cubrí con una manta y bajé a la cocina pero no había nadie.

Fui al jardín y ahí estaban todos riendo y asando malvaviscos.

Derrick: ¡miren quien llegó! ¿Ya te sientes mejor Dul?- dijo sonriendo y todos giraron a verme.

Dul: si, ya estoy mejor, gracias- le Sonreí y me senté junto a Ucker.

Christopher: todo bien?- susurró sonriéndome.

Dul: creo que si- dije abrazando mis propios brazos- gracias por… ayudarme- él me guiñó el ojo sonriendo de lado.

Christopher: toma, lo guardé para ti- dijo ofreciéndome un malvavisco asado entre dos galletas formando un sándwich.

Dul: gracias- le Sonreí y comencé a comer. Él asintió sonriendo.

Observé a cada uno de los chicos, eran muy diferentes uno del otro y cada uno tenía una personalidad única.

Christian estaba sentado junto a Thomas tratando de insertar 5 bombones en una vara para asarlos, siempre preocupado por la comida, Derrick estaba junto a Poncho

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Christian estaba sentado junto a Thomas tratando de insertar 5 bombones en una vara para asarlos, siempre preocupado por la comida, Derrick estaba junto a Poncho. Él es coqueto y fiestero, Thomas trataba de ayudar a Chris en su difícil misión, ellos siempre están juntos, a veces hasta parecen novios, él es el chico rudo del grupo pero sin embargo le aterran las películas de terror, Poncho es el más gracioso de todos, el que se asegura que todos coman bien, es como su papá y Christopher es como el balance del grupo, tiene un poco de cada uno.

Chicos muy diferentes pero con un gran corazón, se quieren bastante y son tan unidos como una familia. No son los idiotas que creí que eran cuando los conocí.

Me recosté en el hombro de Ucker abrazándome más y me dediqué a observar el fuego, era muy relajante

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Me recosté en el hombro de Ucker abrazándome más y me dediqué a observar el fuego, era muy relajante.

Apenas amaneció baje a la cocina, no pude dormir en toda la noche, las imágenes de lo que pasó ayer no dejaban de atormentarme, por un momento el sueño me venció, pero desperté media hora después gritando aterrada y empapada en sudor.

Culpable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora