Ella nunca imaginó que unas vacaciones con su hermano cambiarían su vida.
Él no se esperaba que después de aquella tragedia de la que se sentía culpable, alguien pudiera amarlo de la manera en la que ella lo hace.
Juntos lucharán contra lo que aquel...
Los días pasaron rápido y el viaje de Felipe y mamá llegó demasiado pronto.
Diana: te voy a extrañar mucho cariño- me dijo entre lágrimas al igual que yo.
Dulce: yo también mami… pero son sólo unos meses, se nos pasarán volando.
Diana: llámame cualquier o cosa ¿ok?- asentí- estaré lejos pero a tu disposición a cualquier hora amor.
La abracé muy fuerte, no quería soltarme a llorar porque sabía que se preocuparía aún más.
Se separó de mí y abrazó a Poncho al igual que yo a Felipe.
Felipe: cuídense mucho por favor- nos dijo a ambos después de separarnos.
Dulce: claro que si- Sonreí.
Ambos abordaron minutos después dejándonos a Alfonso y a mí observando cómo se alejaban.
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Llegamos a casa y Christopher estaba en la puerta esperándonos, bajé un poco triste del auto pero cuando lo vi no pude evitar sonreír.
Corrí a sus brazos y me aferré a él.
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Chris: ¿como estás?- tomó mi rostro para mirarme a los ojos.
Dulce: mejor ahora que estás conmigo- lo abracé.
Poncho se acercó y mi novio lo saludó.
Entramos a casa y preparamos snack para ver películas.
Subimos a mi habitación y nos acostamos en la cama abrazados, comiendo y viendo TV.
En algún momento de la película nos quedamos dormidos cada quien en un lado de la cama hasta que me levanté corriendo con unas fuertes ganas de vomitar.
Christopher estaba dormido pero al levantarme tan brusco lo desperté.
Entré al baño y cerré la puerta.
Chris: ¿amor? ¿Qué pasa?- lo escuchaba a través de la puerta.
