Capítulo 75

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Dulce
Habían pasado un par de semanas desde que Vale regresó.

Christopher y Poncho se encargaron de arreglar los documentos para que ella pudiera regresar a la escuela.

Ella trataba de adaptarse, en dos años estuvo prácticamente en cautiverio en una casa por la Sierra de México. Todo avanzó a pasos agigantados y en dos años las cosas ya no eran para nada lo que ella recordaba. Le ayudábamos desde encender la televisión hasta cómo utilizar el lavavajillas.

A pesar de eso a simple viste ella estaba bien, se veía alegre y con mucha voluntad por comprender su nuevo entorno.

Sin embargo, cuando está sola varias veces la he visto muy pensativa, triste e incluso una vez la vi llorando, trataba de ayudarla en lo que podía, no podía imaginarme lo que estaba pasando pero seguramente era horrible.

Tratábamos de no dejarla sola, pero nosotros tampoco sabíamos cómo responder a su situación.
Poncho sugirió pedir ayuda profesional, por lo que hacía ya varios días que ella asistía a este tipo de terapias.

Valeria se ha acercado mucho a mi, creo que me he ganado su confianza, aunque Maite todavía la trataba muy contante.

La evitaba y las pocas veces que han estado juntas May le habla apenas lo necesario.

Desde el primer día la trató distante pero todo empeoró cuando Valeria y Poncho comenzaron a pasar más tiempo juntos.

Estaba en mi casa preparando un rico pastel cuando escuché que la puerta principal se abría seguido de las voces de los chicos.

Poncho entro a la cocina segundos después y me saludó, tomó un par de cervezas del refrigerador y salió de nuevo a la sala.

De pronto sentí que alguien cubrió mis ojos y rodeaban mi cintura.

$$$: hola hermosa- susurró roncamente en mi oído. Me giré sonriendo.

 Me giré sonriendo

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Dulce: hola...- besé sus labios lentamente acariciando su cabello y jugueteando con su lengua. Nos separamos y el pasó la lengua por sus labios.

Chris: mi amor está delicioso- me besó- ¿qué es?.

Dulce: una sorpresita...- me besó de nuevo.

Chris: me encanta...

Dulce: aquí hay una pista- saqué el sartén donde tenía el chocolate líquido, tomé un poco con el dedo y lo coloqué sobre sus labios, cuando él succionó mi dedo y movió la lengua al rededor de él sentí que mi piel se erizó, me miraba fijamente derrochando una sensualidad delirante.

Chris: delicioso- dijo sacándome de mis pensamientos- pero me gusta más así...- tomó chocolate con el dedo y lo puso sobre mis labios, lo miré sin comprender y él me tomó del rostro t se acercó hasta capturar mis labios de la manera más sensual posible, sentí que mis piernas comenzaban a flaquear y mi corazón latía a mil por hora.

Culpable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora