Capítulo 88

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Christopher
Desde que Dulce volvió de la universidad ha estado bastante nerviosa; me evitaba y cuando traté de acercarme a ella dijo que no se sentía bien y simplemente se alejó, no tenía nada que ver con la cariñosa Dulce que me despertó en la mañana.

Al atardecer la seguridad que contraté al fin había llegado y ella se puso tan furiosa que se había encerrado en la habitación y no ha salido para nada, ya era hora de cenar. Poncho y Anny llegaron de la terapia de mi amigo, porque a pesar de que estaba bien necesitaba seguir con la atención para que su recuperación fuera aún más rápida.

Puse en una bandeja la cena para dos y subí a la habitación con la esperanza de que ella no me rechazara de nuevo.

Traté de abrir la puerta pero tenía seguro.

Chris: Dul... ábreme mi amor- ella no respondió, pero había algo a lo que no podía negarse- amor te traje la cena...- segundos después abrió la puerta, llevaba una manta cubriendo su cuerpo- ¿por qué cerraste?

Dulce: no me di cuenta...

Tenía los ojos rojos y estaba mormada, parecía que había estado llorando, dejé la bandeja sobre el mueble y me acerqué a ella que afortunadamente no me rechazó. Tome su rostro y besé sus labios.

Chris: ¿Qué tienes Dul?...- la miré a los ojos pero ella desvió la mirada.

- la miré a los ojos pero ella desvió la mirada

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Dulce: nada, estaba cansada y quería dormir...- se alejó de mí- ¿Qué trajiste para cenar? Muero de hambre.

Suspiré y tomé la bandeja, por más que lo intentara ella no me diría nada.

Cenamos juntos y después vimos una película, extrañamente mi novia ahora no dejaba de abrazarme.

Ella se quedó dormida a mitad de la película así que me levanté de la cama y recogí los platos, apagué la televisión; cubrí a Dul con una sábana delgada y salí de la habitación.

En la cocina encontré a Christian, que como siempre estaba devorando lo que quedó de la cena, entré seriamente y dejé los platos en el lavavajillas. Él me miró curioso.

Christian: que carita... ¿Qué te pasa?

Ucker: no sé, Dulce está súper rara...

Christian: ¿Qué te sorprende? Dulce es rara- dijo sonriendo y lo miré mal- está bien, que genio... ¿Qué tiene la pollita?

Ucker: no sé, en la mañana fue a la uni y cuando regresó estaba muy seria...

Christian: bueno tal vez está cansada o con cambios de humor yo que sé....

Me quedé conversando con mi amigo un rato hasta que escuchamos que alguien bajaba las escaleras y Dulce apareció por la puerta de la cocina.

Dulce: hola Christian...

Christian: hola Dul ¿cómo estás?

Dulce: bien...- sonrió triste.

Se acercó a mí y yo me levanté del banco de la cocina para que ella se sentara, cuando lo hizo la abracé por la espalda y recargue mi barbilla en su hombro.

Culpable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora