Capítulo 66

1.3K 85 3
                                    

Christopher
Estábamos en mi departamento mirando el cielo estrellado desde la terraza.

Dulce: ¿Avanzaron hoy?- dijo recostada en mi pecho.

Chris: nada- suspiré- el detective Gamboa sólo sabe que está en Río de Janeiro, pero es como buscar una aguja en un pajar… bueno en cien de ellos.

Dulce: ¿No crees que sería buena idea contratar otro detective? Es mejor redoblar esfuerzos.

Chris: pues si, pero Alex confía mucho en él- dije acariciando su cabello.

Dulce: ¿Tu confías en él?

Chris: ¿En Gamboa?- asintió segundos después- ... pues tiene buena experiencia

Dulce: ¿Y en Alex?- la miré confundido, ella se levantó de mi pecho y se sentó junto a mí- ¿Christopher de verdad confías en Alex?

La miré con el seño fruncido.

Chris: ¿Te ha hecho algo?

Dulce: no mi amor, pero no sé… el cambio tan radical que tuvo es algo sospechoso.

Chris: lo sé amor… pero quiero pensar que de verdad cambio, es mi hermano, tengo que confiar en él- ella suspiro y me miró.

Dulce: tienes razón, pero a pesar de todo cuídate mucho...

Chris: claro que si hermosa- besé su frente.

Ella sonrió y después miró su reloj.

Dulce: ya es súper tarde, tengo que regresar a casa.

Chris: no... - la abracé y quedé sobre ella- no te vayas... - besé sus labios- quédate conmigo.

Dulce: no puedo... Le prometí a mamá que dormiría en casa- hice puchero- no me mires así.

Tomó mis mejillas y besó mis labios.

Chris: quédate conmigo... Porfavor.

Dulce: tengo que dormir en mi casa amor- acarició mi mejilla.

Chris: entonces yo voy a tú casa- me miró sonriendo.

Dulce: ¿de verdad?- asentí- me encanta la idea.


Llegamos a casa de Dulce y estaba en total silencio, Maite y Poncho dormían y nosotros tratábamos de no hacer ruido.

Entramos a su habitación y nos pusimos algo cómodo antes de acostarnos en su cama. Ella se recostó en mi pecho y nos quedamos por unos minutos en silencio en medio de la oscuridad.

Chris: ¿Amor?- susurré

Dulce: mmm…

Chris: ¿Te gustaría… vivir conmigo?- ella se levantó y me miró entre penumbras- yo sé que… ya te lo había pedido cuando… cuando estábamos esperando un bebito- bajó la mirada- pero hermosa… que ese bebé ahora sea un angelito del cielo no cambia mi deseo, quiero vivir contigo Dul… despertar contigo todos los días y no solamente de vez en cuándo…- suspiró.

Dulce: me encantaría vivir contigo… - sonrió- pero ¿Qué va a pasar cuando Vale regresé?... Tienes que estar con ella Chris, no tiene a dónde ir.

Chris: ella va a estar con nosotros el tiempo que necesite amor, además la casa de… la casa dónde vivíamos antes aún está disponible, si ella quiere puede quedarse ahí también.

Dulce: hagamos algo… dame unos días para hablar con mi mamá, hay muchas cosas que debo contarle. Después de eso me voy a vivir contigo ¿Si?

Chris: está bien… pero sólo unos días- ella asintió y besó mis labios.

Dulce: buenas noches

Chris: buenas noches amor- se acomodó en mi pecho quedando dormida minutos después.


Dulce
Cuando desperté, todo estaba en silencio, el sol apenas se asomaba por la ventana.

Miré el reloj que había sobre la mesa 7:05 am.

Sentí que el otro lado de la cama se movía, volteé a ver y Christopher se acomodó boca arriba y apartó la sábana, dejando al descubierto su muy marcado torso, su rostro estaba relajado, y no pude resistirme a pasar mis dedos por su mandíbula.

Besé su rostro y sus labios mientras mi mano vagaba por su abdomen, él suspiró y besé sus labios.

Al separarnos me miró aún medio dormido.

Dulce: buen día guapo…- susurré besando su cuello.

Chris: buenos días…- bajé mis besos a su clavícula, sus hombros y regresé a sus labios- amor… Dul- dijo entre besos.

Dulce: ¿Mmm?

Chris: amor no podemos, Poncho y Maite están durmiendo.

Dulce: sus habitaciones están lejos, no nos escucharán... - dije besando sus labios.

Chris: ¿Segura?- asentí.

Dulce: trataré de no gritar tanto- susurré en su oído y él comenzó a reír.

Chris: Más te vale…- se colocó sobre mí y empezó a besar mi cuello.

Acariciaba y besaba cada parte de mi cuerpo, haciéndome gozar como solamente él lo lograba.

Culpable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora