Capítulo 84

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Dulce
Fue una noche muy larga para todos nosotros, Alfonso había tenido un paro cardíaco a plena madrugada y algunas otras complicaciones que nos hicieron esperar lo peor por varias horas.

Casi al amanecer, cuando ya todo parecía estabilizarse Christopher tuvo que irse para encargarse de la búsqueda de Valeria.

Pasé toda la mañana junto a mi madre, quien prácticamente me obligó a contarle cada detalle de lo último que había pasado. Le conté lo de Valeria y lo que Alex le había hecho y lo que intentó hacerme a mí.

Hablamos de mi bebé y de la manera que la perdimos, le conté porqué Anny y mi hermano terminaron y las amenazas de Alex hacia todos nosotros, amenazas que por desgracia había cumplido.

Cuando terminé con todo el relato, ella simplemente me miró llorando y me abrazó, el cariño de mi madre era lo que tanta falta me hizo éste tiempo y lo que más extrañaba. La sensación de amor y seguridad que sus brazos me daban era incomparable.

Me sentía amada y protegida por mis amigos, mi hermano y sobre todo por mi novio, pero nada se compara al amor y comprensión de tu mamá.

Me sentía amada y protegida por mis amigos, mi hermano y sobre todo por mi novio, pero nada se compara al amor y comprensión de tu mamá

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Felipe salió de la habitación de Poncho, tenía la mirada triste y su rostro expresaba el más profundo dolor.

Mi mamá se acercó a él y lo abrazó.

Diana: ¿Cómo está?- le preguntó con cariño pero Felipe negó lentamente.

Felipe: está muy mal… no quiero perder a mi hijo, no lo soportaría- dijo antes de estallar en llanto en brazos de mi mamá.

Sin darme cuenta tenía el rostro empapado en  lágrimas, está situación sobrepasaba todas mis fuerzas, era horrible la angustia de perder a mí hermano, que aunque no lo era por sangre mi corazón lo sentía así, me veía junto a él y Maite en todas las navidades o compartiendo con los sobrinos que algún día nos daríamos, pero hoy… no estaba cien porciento segura de poder vivir eso junto a Alfonso.

Christopher
El detective me llamó en la mañana, parece que habían encontrado la camioneta de Poncho a las afueras de Bogotá.

Fuimos lo más rápido que pudimos, tenía la esperanza de encontrar aunque sea una pista para llegar hasta Valeria.

Encontramos la camioneta sumergida en los matorrales, seguramente por eso nadie que pasaba por la carretera logró verla.

Buscamos en el interior pero no había nada, sólo manchas de sangre en los asientos que seguramente eran de Poncho.

La policía buscó más a fondo y debajo del asiento del acompañante encontraron el celular de Valeria.

Tenía montones de llamadas perdidas mías, de Dulce, de los chicos pero sobre todo de un número muy extraño que no era de Bogotá, ella no tenía contacto con nadie además de nosotros y lo más extraño es que mi hermana nunca atendió esas llamadas.

Culpable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora