Ella nunca imaginó que unas vacaciones con su hermano cambiarían su vida.
Él no se esperaba que después de aquella tragedia de la que se sentía culpable, alguien pudiera amarlo de la manera en la que ella lo hace.
Juntos lucharán contra lo que aquel...
Abrí mis ojos y lo vi agitado y con el ceño fruncido, tenía algunas lágrimas en sus ojos.
Chris: por favor...no.
Aún era de madrugada y él seguía dormido.
Dulce: Chris...amor- le dije tiernamente y acaricié su mejilla.
Chris: ¡no!- se despertó de golpe.
Me miró y después paseó su mirada por la habitación, encendí la lámpara que estaba junto a la cama.
Dulce: tranquilo amor- lo abracé muy fuerte.
Su respiración estaba acelerada al igual que su corazón. Acariciaba su espalda.
Se aferró a mi cintura con los ojos cerrados.
Me recosté con él abrazado a mí.
Cerró sus ojos y aparentemente se quedó dormido minutos después.
Golpearon la puerta levemente.
Dulce: pase- dije levantándome con cuidado de no despertarlo.
Poncho: ¿están bien? Escuchamos gritos- mi hermano se asomó por la puerta y Anny estaba detrás de él.
Dulce: estamos bien, Christopher tuvo una pesadilla- dije y volteé a ver a mi novio, el cual ahora estaba muy tranquilo aunque un poco pálido.
Poncho: hace mucho no tenía pesadillas- dijo preocupado.
Anny: tal vez sólo lo recordó.
Dulce: si, pero igual estaré pendiente ¿mamá y Felipe no se dieron cuenta?
Poncho: no, ellos duermen como rocas- dijo sonriendo.
Anny: bueno, entonces nos vamos, buenas noches.
Poncho: buenas noches hermana, cualquier cosa estamos en frente ¿ok?- dijo mientras me abrazaba.
Dulce: gracias, buenas noches.
Ambos salieron de la habitación y yo regresé junto a Christopher.
Apagué la lámpara y me acosté abrazando a mi novio.
Acariciaba su cabello hasta que lentamente caí en un profundo sueño.
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Desperté a causa de la luz del día y del delicioso olor del café recién hecho.
Abrí los ojos y frente a mí estaba mi Chris.
Acaricié su rostro con cuidado, mi novio es un hombre físicamente pero con el corazón de un niño pequeño.
Tan noble y considerado con todo.
Besé su mejilla, su frente y sus labios hasta que él despertó.
Dulce: buenos días amor- dije sonriendo.
Chris: buen día- besó mis labios- perdóname, ayer no quise asustarte.
Dulce: no importa, lo que me importa es que estés bien.
Chris: contigo estoy bien siempre- besó mis labios.
Dulce: ¿vamos a desayunar? Muero de hambre.
Chris: cuando no- besó mis labios riendo.
Bajamos a desayunar junto a mi familia.
Después preparamos todo para regresar a casa.
El camino a casa fue tranquilo, mis padres conversaban entre ellos, Anny dormía apoyada en el hombro de mi hermano quien también estaba dormido.
Christopher también dormía con su cabeza apoyada en mis piernas, yo escuchaba música y me concentraba en el paisaje, de vez en cuando acariciaba el cabello de mi novio y le robaba besos en los labios.
Llegamos a casa de Anny, nos despedimos de ella y bajó junto a Poncho para despedirse.
Después llegamos a casa de Chris y aunque quería no me dejarían quedarme, además debíamos descansar un poco el uno del otro.
