Viernes
Espere el mensaje de Mike por más tiempo del que es humanamente posible y del que me habría gustado admitir.El menaje nunca llegó y por más que no había hablado con Ali nada de esto, sabía que solo podía significar una sola cosa. No necesitaba tener demasiada experiencia con chicos para saber que ya debía perder la esperanza.
Si le hubiese gustado me habría besado en la fiesta del bosque, pero no lo hizo, ni siquiera lo insinuó en ningún momento.
Pase el resto del viernes en la casa de mi abuela para cumplir con el castigo de mi papá. Se sorprendió al verme llegar a las 9am, la verdad es que no había dormido nada y tampoco quería seguir tirada en mi cama esperando que mi teléfono sonara, así que dedicarme a ayudar a mi abuela era lo que necesitaba.
El césped estaba enorme, había llovido días atrás y era normal, en otro momento habría odiado todo el esfuerzo que tenía que desperdiciar en el, pero justo hoy cualquier cosas que pudiera entretenerme y distanciarme de mi teléfono, era bienvenida.
Me coloqué mis auriculares para desconectarme y corté el césped, plante algunos de los geranios que mi abuela había comprado para la primavera pero sus dolores de rodilla no le había permitido hacerlo y acomode otros para llevarlos a casa y ponerlos en mi jardín cuando tuviera tiempo. Si bien, la expectativa de que duren más allá del verano era casi nula, ver el jardín lleno de colores era algo hermoso.
Para la tarde la casa estaba impecable, el jardín arreglado y solo debía hacer las compras para la semana y organizar el ático. Aunque esto último era algo que quería negociar con mi abuela, al fin y al cabo mi papá no se enteraría.
Mi abuela me da una larga lista de todo lo que necesitaba y me doy cuenta de que mi tío no había pasado la semana pasada a ayudarla, pero esto último prefería no decírselo a mi mamá. Ella tenía un único hermano, el cual se desentendía de todo lo que implicara hacer esfuerzo o sacrificarse por los demás. Lo quería mucho pero dudaba de que pudiera existir en el mundo una persona que pensase más en el mismo que mi tío.
Mi abuela, en cambio, era el ser más dulce del mundo, me había dado dinero extra para que me comprar lo que quisiera para comer y eso era la mejor parte de hacer mis tareas. Además, papá nunca se enteraría.
Salí del supermercado con dos bolsas más pesadas que yo en mis manos y comenzaba a dudar de si llegaría a la casa de mi abuela. Si tan solo mi mamá me prestara su auto, pero hoy estaba castigada y eso era imposible. Desecho la idea y comienzo a caminar en dirección a su casa, cuando noto que un auto me sigue.
Miro al rededor y noto que no hay personas dando vueltas, era obvio hacía mucho calor y la mayoría estaban encerrado con aire acondicionado o bien en la piscina.
Pienso. Necesitaba un modo de escape.
Mamá me había dado un gas pimienta que me obligaba a llevar en el bolso, intento recordar sus palabras. "Dispara y corre".
Siento que el auto se detiene a mi lado y mi corazón está por sufrir un paro.
–¡Steph! –me grita desde el auto una voz que reconozco.
–¿Teo? ¿Qué haces aquí? –excelente pregunta Stephanie.
–Creí reconocerte y...¿Necesitas ayuda? –pregunta mirando mis delgaduchos brazos intentando balancear el peso de las bolsas.
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Tú & Yo
Teen FictionStephanie lo calcula todo, cada palabra que dice, cada movimiento que hace, nada se escapa de su radar. Ella tiene una vida aburrida según su mejor amiga Ali y aunque ella la considera normal, ya está cansada de ser la aguafiestas siempre, por eso a...