Solo déjalo ir

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Mi mamá aparece dentro de la multitud con un pastel en sus manos y agradesco ver su rostro entre los demás, de algún modo me trae tranquilidad.

Todavía no puedo salir del asombro, todos estaban allí, me habían organizado una fiesta de cumpleaños sorpresa y yo no sabía que hacer ni que decir. Por suerte Teo comienza a cantar el feliz cumpleaños y hago lo que cualquier cumpleañero hace, incomodarse hasta que termine de cantar para soplar las velas.

–Pide un deseo –dice Teo a mi lado. "Desearía no estar aquí".

Soplo las velas y todos aplauden. Teo es el primero en rodearme en un abrazo y por un momento dudo en soltarlo, pareciera ser mi única opción para no desplomarme en el suelo. Mamá hace lo mismo a continuación y me dice algo al oído –¿No es un encanto? Me ayudo a organizarlo todo, apuesto a que te hemos dado una buena sorpresa.

Ella sonríe y le devuelvo la sonrisa. No tenía idea de cuán sorprendida estaba y aún más cuanto lo estarían todos si esa puerta no hubiese estado cerrada hace unos minutos.

Mike seguía allí, no me saludo como el resto solo se limitó a merodear. Se sentó junto a Fran y a Alex para comer una porción de tarta. Antes de repartirlas mamá se aseguró de que todos se tomaran una foto conmigo y el pastel, supongo que en otro momento eso habría sido mi gran preocupación, me habría puesto roja incluso. Ahora solo me esforzaba por sonreír y fingir que no sentía culpa cada vez que veía a Teo.

–¿Te gusta? –me sorprende Teo. Todavía seguía perdida en mis pensamientos– Se que dijiste que solo querías una cena pero cuando tu mamá lo sugirió no pude negarme y creo que deberías festejarlo a lo grande, te lo mereces.

No, no lo hacía. No merecía a Teo y Mike no me merecía a mi.

–Me gusto –me esfuerzo por que me crea. Sonríe jugueteando con mi mano y se acerca a besarme pero me aparto escondiendo mi cara– Tengo que quitar los platos y ponerlos para lavar.

No dejo que hable, mi corazón estaba por salirse de mi pecho, no quería besarlo, no después de haber besado a Mike, no podía hacer eso. Me sentía sucia, culpable incluso por algo que yo no había provocado pero que sabía que deseaba en el fondo.

Recogí algunos platos de la mesa y los llevo a la cocina, me concentro en el goteo del grifo mientras los lavo. Necesitaba poner mi cabeza en algo y relajarme. Deseaba que todo el mundo se fuera y poder encerrarme en mi habitación.

–No se supone que cuando cumples años te libras de limpiar los platos –escucho su voz y no necesito darme vuelta para saber que se trataba de Mike.

–¿Qué quieres? –dejó el plato a medio hacer y volteó a verlo.

–Yo...–da unos pasos hacia mí y se detiene– No quería lastimarte.

–Sabias bien que todos estarían detrás de la puerta –digo y doy un paso más cerca de él– Sabias que Teo estaba ahí y lo hiciste a propósito.

–Si, lo sabía –admite– Pero no lo hice por eso, lo hice porque me gustas. De verdad me gustas Steph y quiero estar contigo, se que me equivoque y debí serte sincero desde el comienzo.

–¿Te refieres a desde inicio del verano? ¿Qué diferencia hace que lo digas ahora? –mi voz estaba por romperse– Estoy con Teo ahora.

–¿Y lo quieres? Estás con él por despecho, sé que aún sientes algo por mi –odiaba que dijera todo eso. Él ni siquiera sabía lo que sentía por Teo y habla como si me conociera y no lo hacía.

No tenía derecho a decir que era lo que quería o como me sentía. No iba a dejar que nadie más decidiera por mi, todo este tiempo me limité a que los demás tomaran las decisiones tanto de Ali sobre cómo agradarle a las personas o como debía actuar, de Maggie dejándome llevar por lo que los demás opinarían sobre mi, de Teo con esta fiesta y no iba a dejar que Mike decidiera sobre cómo sentirme. Pero cuando voy a gritarle me besa de nuevo.

Tú & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora