Tú & Yo

Huye

Sábado

Pase el resto del jueves en casa de mi abuela, quizás también el viernes y solo puede ser que tal vez y solo tal vez, olvide mi teléfono sin batería en mi casa dentro del cajón de mi escritorio, cerrado con llave.

No podía responder sus mensajes y tampoco podía quedarme en casa esperando a que viniera porque sabia que lo haría, al menos una vez lo haría. Aunque quedarme en casa de mi abuela también era peligroso porque sabia la dirección y mi mamá podría delatarme, tenia fe en que no vendría, se daría cuenta de que no quería verlo y desistiría. Me sentía la peor persona por hacer eso, de solo pensar en su cara tocando timbre en mi casa y que no haya nadie, en llamar y no tener respuestas, hacia que me doliera el pecho, pero aún no estaba lista para asumir la situación. Necesitaba huir.

-¿Y hasta cuando piensas quedarte? -pregunta mi abuela desde el otro sofá. Estábamos viendo una serie en la tele recostadas en el sofá, ambas llevábamos puesto nuestros pijamas pese a que ya eran las tres de la tarde, supongo que quizás eso me delato un poco.

-¿Quieres que me vaya? -apoyo el tazón con pochoclos sobre la mesada.

-No, solo tenia curiosidad -pregunta intrigada.

No me quedaba tantos días en su casa desde que tenia doce. La mayoría de las veces era una noche y ya pero ya llevaba dos y había traído ropa y productos de higiene como para una semana.

-Estaba pensando -me vuelvo a recostar sobre el sofá pero estiro mi cuello lo suficiente para verla mientras le hablaba- ¿No te sientes sola aquí? Es bueno que tengas compañía a tu edad.

-¿A mi edad? -frunce el ceño con enojo- Y a tu edad es bueno tener un novio, amigos y salir de fiesta.

Me hundo en el sofá y lanzo un gruñido.

-Solo deja que huya de mi vida unos días más ¿Puede ser?

-La realidad tarde o temprano te abofeteara en la cara Stephanie, es mejor que te armes de valor y enfrentes lo que sea a lo que le tengas miedo.

-Si o puedo esperar tranquila aquí. Cuidare bien de tu casa cuando ya te hayas ido Abu.

-Listo, dejaste de ser mi nieta favorita -me regaña poniendo su peor cara pero sabia que no se enfadaría nunca de verdad conmigo.

-¿Lara sera tu nieta favorita? Ella no es capaz de hacer galletas de pasas como yo y comérselas poniendo cara de que son la mejor cosa del mundo -me acerco al sofá donde estaba y me siento junto a ella que hace un pequeño espacio en su sofá individual para mi como hacia cuando era pequeña y cabía entre sus brazos con más naturalidad que ahora.

No me importaba dejar que mi abuela me consintiera como si fuese una niñita de dos años, hoy me sentía como tal y quería que me abrazara asegurándome que todo pasaría.

-Tu mamá llamo ayer por la noche -dice al cabo de unos minutos en silencio mientras acariciaba mi cabello en suaves masajes como si intentara que me durmiera- Dijo que un chico estaba merodeando por la casa ¿Te suena de algo?

-Agrr -exclamo con fastidio y vuelvo a mi sofá de dos plazas lanzándome sin ganas de vivir. Cubro mi cara en el almohadón con la esperanza de dejar de respirar pero es inútil- No se porque preguntas si ya sabes la respuesta.

El teléfono de mi abuela suena y rompe con nuestra discusión pacifica. Suena unas tres veces y ninguna de las dos mueve un musculo.

-¿No piensas atender?

-¿Y si mamá le dio el número de casa?

-Stephanie Perales se una buena nieta y atiende ese teléfono -me regaña y por el tono de su voz se que se enfadara de verdad si no lo hago.