–¡Steph! ¡Espera! –grita detrás mío.En cuanto lo bese no pude pensar en otra cosa que salir corriendo pese a que segundos antes, cuando mis labios rosaban los suyos solo podía sentirme libre.
No podía ver a Teo, no ahora y menos así. A penas podía mantenerme en pie, en parte por el alcohol en sangre y en parte por lo avergonzada que me sentía.
–Ya dije que lo lamento –digo sin voltearme y continuo caminando por la acera a paso torpe y apresurado. No podía llamar a mi mamá en este estado y tampoco podía pedirle a alguien que me llevara a casa porque al parecer tampoco tenía amigos y solo era una carga para ellos.
–¿Puedes esperar? –toma mi mano y me detiene– ¿Estas bien? ¿Quieres que te lleve a casa?
¿Qué? Lo beso, lo trato mal, me voy y...¿quiere llevarme a casa?
–Y quizás puedes decirme que fue todo eso de ahí adentro –y ahí estaba diciendo todo eso a lo que no tenía idea de qué contestar porque lo besé solo porque quería hacerlo, porque la única vez que me sentí bien conmigo misma, siendo valiente fue cuando lo besé.
Pero ahora mi estómago estaba revuelto y no puedo evitar lanzar todo lo que comí y bebí sobre el suelo.
Lo que menos necesitaba para terminar mi horrible día era que Teo me viera vomitar en la calle.
–¿Estás bien? –se acerca y sostiene mi cabello en esa triste y patética escena– No debiste beber tanto. Vamos, te llevaré a casa.
No me molesto en negarme a qué me lleve a casa, ya no tenía dignidad para eso, la perdí en la primera arcada. Tampoco me molesto que me coloque el cinturón al entrar al auto y luego solo es silencio entre los dos.
Domingo
Lara vino a pasar el fin de semana en mi casa. Ella era mi única prima, la que odiaba mi música y decía que era música funebre. Tenía un primo más pero Lara era tan solo unos dos años mayor que yo y siempre habíamos sido unidas, claro, hasta que ella maduró antes que yo y de ahí en más deje de parecerle una compañía entretenida.
–¿Y quién es esa? –pregunta Lara cuando entra en al habitación.
Me apresuro a cerrar mi notebook, pero eso solo me hacía más sospechosa.
–Nadie...nada –agrego a mi gran movimiento.
–A ver –me la quita del escritorio.
–Es privado Lara –me quejo e intento quitársela.
Ella se recuesta victoriosa en mi cama con mi notebook y se pone a ver.–Mm interesante –dice y me mira esperando que diga algo– Tu eres más linda, no sé de qué te preocupas.
–¿De qué hablas? yo no...–digo y me arrepiento– Dámela ya.
–¿Por qué tan nerviosa? ¿No era que no era nada? –se ríe.
–Y no lo es –insisto.
–Soy tu prima, te conozco desde que naciste y tu no sabes mentir así que cuenta ¡Ya!
–No miento –me defiendo– Y tú no has estado por aquí hace como dos años así que no me conoces.
–Estudio. No es que haya desaparecido Steph –me corrige – Supongo que te gusta su novio. Es lindo, claro, no es mi tipo pero sé reconocer cuando alguien es lindo ¿ella se te adelanto?
–No, ella es su novia como de hace meses pero yo no tenía idea –me siento con ella en la cama viendo las fotos de Lucia en su página.
–Que desgraciado, o sea que jugó con las dos. Nunca te vi como esas chicas que terminarías siendo la tercera en discordia.
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Tú & Yo
Teen FictionStephanie lo calcula todo, cada palabra que dice, cada movimiento que hace, nada se escapa de su radar. Ella tiene una vida aburrida según su mejor amiga Ali y aunque ella la considera normal, ya está cansada de ser la aguafiestas siempre, por eso a...