Condones

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Podía entender que es importante saber que elegir pero esto empezaba a resultarme caótico.

La estantería con los condones quedaba lo bastante al fondo y en la parte más oscura de la tienda como si solo los pervertidos sexuales fueran los destinados a terminar allí.

No sabia que existían tantos tipos y tallas de condones. En principio, no sabia que habían tallas de condones, pero claro, los cuerpos no son iguales, grandes, pequeños, anchos, alargados y ahora solo pensaba como seria el de Teo sin su bóxer.

Demasiadas marcas ¿Alguna es mejor que otra? No quería quedar embarazada justo en mi primera vez o tener algún enfermedad. Bueno, no es como si Teo también tuviera tanto sexo, aunque tampoco lo sabia, nunca dijo nada de eso pero siempre parecía más relajado con respecto al tema ¿Debería hablar primero con él antes de arriesgarme a una operación tan complicada como escoger un condón? ¿Operación? ¡Mierda! ¿Por qué convertía todo en un cálculo de matemática?

¿Qué diablos eran todas estas cosas? Aroma té natural,  sabor chicle, chocolate, Ultrafino, texturizado ¿144 unidades? ¿Qué ? ¿Por qué alguien compraría 144 preservativos, que tendría una orgía?

–No, definitivamente no. Nos vamos.

Dejo la caja de nuevo en el colgador y empino hacia la salida. El plan de huida estaba por salir perfecto pero Lara estaba conmigo y me tironeo del brazo.

–Solo relájate. No es tan malo –me anima y parpadeo los ojos levantando las cejas en señal de desaprobación –Bien !Si! es un poco raro.

–Raro se queda corto  –suspiro y vuelvo a empezar. Lara dijo que si no era capaz de comprar un condón en una tienda definitivamnete no estaba lista para hacerlo. Me senti valiente al principio pero aquí en la tienda con tantas cosas y aún sin haberme acercado al cajero con mi compra vergonzosa no estaba tan segura de esto. Quizás no estaba lista y cuanto antes lo admitiera más rápido podría salir de aquí y volver a mi casa.

Tomo uno del estante y miro a Lara con la esperanza de que asienta con la cabeza en señal de aprobación y nos larguemos ya –¿XL? ¿Segura? Mira que si eliges mal se puede ya sabes, escapar del lugar. Tendríamos que ir a lo seguro.

–¿Y si se siente ofendido porque elegí el diminuto? –digo fastidiada y vuelvo a dejar la caja en la estantería– No quiero que sea tan desastrosa como eso mi primera vez.

–¿Qué hacen chicas? –dice sorprecivamente Alex a mi lado.

–Yo, nosotras...

–Aspirinas, íbamos por aspirinas –me apoya mi prima.

Chasquea la lengua y finge pensar –Que raro porque pensé que estaban en el pasillo de SEXO.

–Lara ¿Este no es el pasillo de las aspirinas? Creo que nos perdimos –finjo sorpresa y avanzo hacia la salida– Adiós Alex.

Alex se interpone en el medio del camino y no me deja avanzar. Lo esquivo pero no consigo avanzar y no tengo otra opción que verlo a los ojos. No podía escapar de la situación.

–¿Quién es el afortunado?

–¿Disculpa? –digo atonita.

–Ya sabes...–alza la mano y hace un gesto para que continué– El que te va a...¿¡Desflorar!?

–¡Dios, eres repugnante! –pone los ojos al cielo Lara.

No podia escaparme de Alex, tampoco es como si no podia contarle. Era mi amigo después de todo y además era varón por lo que quizás tenía más experiencia que yo en cuanto a talles y tipos de preservativos.

Tú & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora