Emborrachate con un desconocido

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–Tengo 19 –responde sin borrar la sonrisa y yo quedo pasmada.

No lucia mayor, tampoco es como si con 19 fuera a verse viejo, solo era tres años mayor que yo. Lo que quería decir que seguro iba a la universidad.

¿Estaba hablando con un universitario? ¿Eso quería decir que debía hablar de temas más maduros?

–Y...¿Qué estudias? Debe ser genial poder ir a la universidad –digo luego de una larga pausa.

–¡Ouch! –apoya su mano en el pecho fingiendo dolor– Tocaste un tema delicado.

–Lo siento... está bien si preferiste trabajar y no la universidad, algunas personas no estudian y les va bien, además un título hoy en día no te garantiza nada, no es como si...

–Calma. No es por eso –detiene mi verborrea– Repetí el curso, odiaba todas las materias y prácticamente no hacía nada así que repetí. Y recién este año termino. No es el fin del mundo pero no es lo primero que quieres contarle a una chica linda.

LIN-DA dijo que era LIN-DA

Tenía que haber grabado esas palabras y repetirme las cada vez que me sentía triste.

–Yo tampoco soy muy buena, odio matemática, biología y soy un completo desastre en gimnasia por lo que no te tiene que importar.

Él se ríe e intento calmarme controlando mi respiración poco a poco.

–Yo también odio gimnasia ¿Alguna vez viste un profesor de gimnasia correr? ¡Nunca! Es un engaño.

–Es exacto lo que pienso –digo extasiada medió saltando de mi banqueta, por descubrí que alguien más pensaba lo mismo que yo y él se ríe a la par– Mi profesora ni siquiera recuerda mi nombre.

Ahora que lo pienso, también debería agregar a mi profesora de gimnasia a la lista de personas que no saben mi nombre. Como si fuese difícil recordarlo, llevo en su clase toda la secundaria, ya debería reconocer mi rostro sudoroso en sus clases.

–Bueno eso también puede ser un beneficio –se ríe– Te daré un consejo, has equipo con personas que sean un desastre y te lucirás mejor. Al menos a mí me funciona.

–No lo dudo pero creo que yo soy el gran desastre en esa clase, no creo que alguien pueda competirme en ese puesto.

No dejamos de reírnos pese a que varios chicos interrumpieron nuestra conversación en la cocina pidiendo unas cervezas. Mike les repartió las latas y guardó el dinero.

–¿Tienes pensado estudiar algo? ...claro, cuando acabes el colegio.

–Em...no lo sé. Periodismo, tal vez..–dice tratándose de convencer de la idea–No lo se, intento no pensarlo mucho, aún me queda todo este año y no quiero volver a estresarme con eso, pero si, la idea es ahorrar para poder estudiar algo.

–Claro y por eso lo de los tragos –deduzco.

–Es un buen trabajo de verano, si vas a una fiesta es casi seguro que me encuentres ahí, necesito el dinero y ellos necesitan emborracharse...solo hago de proveedor.

–¡Excelente negoció! –bromeo.

–Me ayuda a ahorrar, gracias a mi tío puedo comprar al por mayor, luego lo vendo en este tipo de fiestas al doble o más y ¡Bingo! Gano más en una noche de lo que mi tío me da en una semana.

Tú & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora