Mike me desafió a ver quien terminaba de vender las cervezas primero. Las primeras que vendí estaban cargadas de espuma, por lo que recibí bastantes malas caras de mis "clientes". Pero Mike me explico entre risas como debía hacerlo para regular la espuma y comencé a tomarme enserio lo de querer ganarle.
–Ya estoy por terminar, veras que te aniquilo –me burlo y me sorprendo por la naturalidad con la que lo hago.
–¿Cómo lo sabes? –se ríe sin darme el crédito.
Golpeo el metal del barril casi por el final y hace eco.–Me sorprendes cada vez más y saber que cuando te conocí le teníamos miedo a un Daiquiri.
–Era muy inocente en aquel momento –me defiendo.
–Eso fue hace una semana –nos reímos ambos.
Era coquetear, en el fondo sabía que todo esto era coquetear, pero no tenía idea a donde me llevaría todo esto. Tenía miedo, estaba completamente aterrar a la vez que deseaba lanzarme al vacío de una vez y por todas.
Cuando terminamos de venderlo todo y de haberle ganado por escasos segundos a Mike, me pidió que lo acompañará a caminar.
Pensé en mi mamá y en que diría, seguro algo como: ¿Cómo que iras a caminar por el bosque con un desconocido? Está oscuro y sola con él, es obvio que se trata de la parte en la película de terror en la que la asesinan a la chica". Mi mamá era realmente dramática y adoraba las películas, era como si desease vivir en una de ellas.
Pero hoy me sentía confiada, algo raro en mi, y la idea de Mike de poder ir a algún lugar a hablar más tranquilos me agrado.
Nos alejamos de la fiesta pero lo suficientemente cerca como para oír de fondo la música aunque con la tranquilidad de estar solos y sentir que el espacio era solo nuestro.
–¿A donde vas? –le pregunto cuando acelera el paso hacia una de las viejas cabañas.
–¿Alguna vez ingresaste a una propiedad privada? –pregunta y niego– Bueno, en teoría esto sería propiedad privada, aunque creo qué pasó al estado ahora, no estoy seguro.
–¿Eso me convierte en delincuente? –digo y se ríe.
–Dudo que seas capaz de hacer algo malo –responde y entra en la vieja cabaña que parecía estar arruinada– ¿No le tienes miedo a las arañas y esas cosas, no?
–No –miento para parecer más valiente y lo sigo– Con lo de hacer cosas malas...puedo hacer...hice cosas malas.
–Saltarse el desayuno no cuenta –se burla.
–Ja ja, muy gracioso.
Se sienta en un banco que dejaba ver por la ventana el paisaje que brindaba el bosque y da pequeños golpecitos al hueco que había a su lado para invitarme a que me sentara a su lado.
–Muy bien, Stephanie, cuéntame ¿Qué cosas malas has hecho? –me desafía y veo una sonrisa burlona formarse en la comisura de sus labios.
–Una vez –comencé a decir– Tienes que prometer que no se lo dirás a nadie ¿Lo prometes?
Mike levanta el dedo meñique y me sorprendo de qué hiciera lo mismo que yo cada vez que hacía promesas con Ali.
Anudó mi dedo junto al suyo y me dejo alterar por el cosquilleo que me generaba el contacto con su piel.
–Lo prometo –dice y aguarda que continúe.
–Bien –digo sin soltar aún nuestros dedos esperando a que sea él quien los separe pero tampoco parece querer hacerlo– Una vez robe en un supermercado unos chocolates y me los comí.
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Tú & Yo
Teen FictionStephanie lo calcula todo, cada palabra que dice, cada movimiento que hace, nada se escapa de su radar. Ella tiene una vida aburrida según su mejor amiga Ali y aunque ella la considera normal, ya está cansada de ser la aguafiestas siempre, por eso a...