Saint Martin

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-Steph -siento que alguien susurra mi nombre pero aún no puedo abrir mis ojos. Me muevo un poco pero no consigo despertarme, me sentía agotada y me dolía demasiado el cuello. Intento recordar donde estaba antes de quedarme dormida pero una mano acaricia mi rostro y quita mi cabello de el- Steph, despierta. Llegamos.

Al parecer me había quedado dormida en el auto con mi cabeza apoyada sobre las piernas de Teo y era probable que durmiera casi todo el viaje. Si fuera con mis padres no me sentiría apenada pero había sido un viaje de 4 horas con Teo y sus mamas y lo había pasado por completo durmiendo. Habia estado tan tensa estos últimos días que apenas conseguí dormir y en cuando finalmente sentí que me había perdonado mi cuerpo parecía desplomarse sobre los cómodos asientos del Toyota de sus mamás.

-¿Dormí todo este tiempo? -digo aún algo somnolienta- Debiste despertarme.

-Dudo que pudiera, cambie lugar con mi mamá para conducir y a penas emitiste sonido alguno -se ríe y miro hacia Michelle avergonzada.

-Lo siento -me disculpo con ella mientras intento arreglar la maraña que tenia en el cabello- No dormí muy bien estos días y los autos usualmente me producen sueño. Mi papá dice que no puedo subirme a uno sin dormirme a los segundos de iniciar el viaje.

-Hiciste bien. Ahora que estas descansada pueden disfrutar de la playa -me anima pero aun me siento bastante avergonzada. Hace nada había discutido con su hijo y ahora me dormía plácidamente en su auto- Nosotras nos encargaremos de acomodar las cosas en la casa.

La casa de los abuelos de Teo en Saint Martin era tal como Michelle la había descrito, quedaba a unos cuantos metros de la playa, con ventanales enormes que permitían que apreciaras el paisaje cuando te despertabas. Y además por si no querías ir al mar, tenias una enorme piscina en el patio de atrás con palmeras gigantes y distintas plantas que le daban un aire pintoresco al lugar. El espacio era tan grande que no se si podías considerar como vecino a tu vecino y la casa era el doble que la mía, de por si ya consideraba que la casa de Teo era alucinante pero esto superaba todo lo visto. Ni siquiera la casa de Oliver que tanto adoraba por lo perfecta que era, obviamente sus padres eran arquitectos, pero ni siquiera ella se podía comparar.

Sus abuelos estaban felices de vernos, al parecer Michelle les había comentado que iría y me presento como la novia de Teo, pero él no dijo nada ni siquiera lo vi sonreír al oír esas palabras como lo había hecho la otra vez en su coche. Por lo general me sentía extraña cuando oía esa palabra pero a Teo siempre le resultó normal, incluso adoraba decirla para volverme loca. Y ahora, no lo sé, solo no actuaba como si fuese la cosa más bonita del mundo como solía hacerlo antes.

Eran personas elegantes, al menos su forma de vestir aparentaba eso pero no eran para nada del tipo de presumidos que hubiera imaginado si pasaba de casualidad por enfrente su casa. Eran amables y ninguno de ellos parecía tan conservador como para darnos una habitación individual a Teo y a mi, lo se porque había suficientes habitaciones en esa casa y ellos nos indicaron de inmediato la misma.

Teo tenia allí una habitación especial para él, al parecer solía venir al menos dos veces al año y sus abuelos hacían lo mismo, una por su cumpleaños y otra por navidad. Debe ser genial tener una casa así para disfrutar de las vacaciones pero no puedo imaginar una vida sin mi abuela a apenas veinte minutos de casa con la que se que puedo contar cuando tengo una emergencia y ella es mi único refugio disponible. Mamá era perfecta, pero mi abuela tenia una forma particular de ser que me hacia sentir comprendida por completo. Supongo que Teo no tenia eso con ellos aunque eso no quería decir que no los amaba igualmente.

Tú & YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora