Stay - Larry Stylinson [M-PREG]

20

Harry's POV

-¡Qué! ¡No, nunca! -protesté muy enojado. Louis me había dicho una noticia que totalmente no aprobé y de una vez me hizo furia. -¡¿Cómo que la puta de Eleanor viene a estudiar acá?! ¡Jamás!

-Tranquilízate, amor... -Louis medía cada palabra que salía de su boca para no ponerme el doble de histérico. Pobre de mí, tras que mis cambios de humor no estaban bien, Louis venía a ponerme peor.

-¡Cómo quieres que me tranquilice cuando me estás diciendo que tu puta amiga viene acá! -y era cierto. ¿A quién carajos le alegraba una noticia como esta?

-Te he dicho que es una oportunidad que ella está aprovechando, ¡qué privilegio es estar aquí! Y ella desea mucho estudiar enfermería, así que aquí va a cumplir su carrera. -repitió por enésima vez. Louis pensaría que yo no entiendo, pero la verdad es que me enfermaba la idea de que esa perra arrastrada estuviera cerca de nosotros. Por lo menos yo procuraría tenerla muy lejos de mí y sin dudas, de Louis.

-Cuántas veces te he dicho que ella no viene a nada de estudiar, ni que mierda. ¡ELLA VIENE POR TI! Es una arrastrada que no se conforma con verte de lunes a viernes, dos horas por día. Está tan loca que viene detrás de ti a ampliar su obsesión. ¡CUÁNDO TE VAS A DAR CUENTA, LOU! -ya estaba bueno. Crucé mis brazos. La cabeza me dolía de tanta histeria. Necesitaba descansar.

-No es así. -ladeó la cabeza para no mirarme. ¿Acaso me ocultaba algo, o no lo quería aceptar? Ya no me importaba. Mi bebé no merecía estar en un ambiente como éste y preferí cerrar el tema.

-Sabes, Louis, ¡cree lo que quieras! Algún día te darás cuenta que es verdad.

-Amor, tú sabes que yo sólo te amo a ti... que a pesar de que Eleanor viene acá, seguiremos siendo tú y yo, y estaremos juntos sin la intervención de ella si ese es tu problema. Sólo recuerda que te amo a ti, no a ella, pero no te enojes, ¿sí? -Lou habló pacíficamente, terminando su corto y cursi discurso con un pucherito. Yo seguía de mal humor.

-Sólo... déjame descansar y aclarar mi mente, ¿sí? -amablemente exhorté a Louis y éste pareció comprender, asintiendo y por último besando mi suave mejilla con sus rosados, finos labios. Viéndome acostado, colocó una manta encima mío y dejó aquel frío cuarto que ahora compartía su soledad conmigo. Dejé soltar un tenue suspiro y cerré mis ojos.

••

-Harry, Harry. -alguien movía mi brazo para que despertara. -¡Harry!

-Q-que... -musité con los ojos aún cerrados y voz muy ronca.

-Vamos a comer desayuno. -reconocí que quien hablaba era el rubio. Apenas escuché la palabra "comer", salí de mi cama en un salto. Niall me miró asustado y yo sólo pensaba en comida.

-¿QUIÉN DIJO COMER? -mi estómago gruñó como partícipe de la oración.

-Baja a tus antojos, Harry, en serio tengo hambre. Báñate y vístete rápido.

No tardé para nada en tomar una fría ducha que me despertó al instante. Me vestí con una camisa roja con rayas negras, unos muy ajustados jeans negros y unas converse rojas que realmente me encantaban. Mis desordenados rulos los acomodé para disimular su desorganización, teniendo esta diaria lucha frente al espejo.

Cuando al fin me decidí, me eché un vistazo. Realmente me agradaba como vestía hoy. Quizás impresionaría a Louis. Mis ojos luego se enfocaron en mi vientre. Ese bultito al que aún me acostumbraba a ver, provocó que mis manos se pusieran sobre él. Se podía decir que era ya rutinario verme al frente del espejo y chequear el extraordinario crecimiento de mi vientre.