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-Niall? -abrí mis ojos con asombro.

-Qué...rayos... -me imitó.

Niall estaba en la famosa habitación 22A en vez de mi novio y no sólo fue eso lo que me sorprendió, sino que estaba solamente en bóxers.

De una vez se cubrió con la sábana y sus mejillas tornaron a un rojo tomate que causaba mucha risa. Esto merecía una foto.

Seguí parado en la puerta, sorprendido. No sabía qué carajos hacía Niall ahí.

-Qué haces aquí? -arquié una ceja.

-No... Qué haces TÚ aquí? -replicó.

-Esta es MI habitación. -crucé mis brazos.

-Y la MÍA. -resaltó. Parecíamos dos desconocidos matándose con la mirada por una estúpida discusión. -Eres mi compañero?

Oh no...

-No sé, la secretaria no me dijo nada. -dije... quizás debí dejar que terminara de hablar. Estaba tan emocionado por ver a Louis.

-A mí tampoco. -se encogió de hombros.

-Mmm... -bajé la mirada. Esto me ponía muy triste. -Debe ser un error... -murmuré.

-Eh? Qué? Esperabas a alguien más? -frunció el ceño. Lo tomó como una ofensa.

-Eh...No, no... -mentí. -Estoy alegre de que seas tú y no ningún otro patán. -sonreí falsamente.

La verdad, sí me esperaba a alguien más y ese alguien era Louis. Tampoco me molestaba compartir habitación con Niall, ya que a pesar de tener poco tiempo de conocerlo, ya habíamos hablado bastante y nos habíamos convertido en grandes amigos. Sinceramente, lo podía considerar como mi mejor amigo. Pero qué había de Louis? Qué había sido de él? Con quiénes le fue asignado? En qué habitación? Muchas preguntas resonaban mi cabeza y lo peor era que no tenía la respuesta de ninguna.

-Sí, te esperabas al tonto ese de tu novio Louis Tomlinson. -se cruzó de brazos.

-Cómo lo conoces? -mis labios hacían la forma de una 'o'.

-Bueno, larga historia. -suspiró.

-Escúpelo, Horan. Tenemos todo el año.

Ambos reímos. No tenía mis maletas y nada, pero mañana mismo buscaría a Louis.

••

-Niall, qué hago? Estoy sucio y no tengo ropa. -me quejé.

Ya era de mañana y por lo que había dicho Niall, las clases comenzaban a las 9:00 a.m. y ya eran las 8:00. No tenía ni una sola pieza de ropa y estaba más mal oliente que un perro callejero y no iría por mi novio -ni saldría afuera- así.

-No te preocupes! Tienes suerte, Harry. Mi abuela decidió regalarme un montón de ropa para el invierno y muchas de ellas eran doble talla. Creo que aún no entiende que soy un enano. Debería de regalarle unos lentes de máximo aumento, para que vea mejor. -habló y reí por tan graciosa y tierna acción de parte de su abuelita.

-Gracias, duende! -bromeé despeinando su cabello. Este irlandés había salvado mi vida.

-Ya, ya, pero no me llames así. -me señaló.

-Lo que digas, duende! -reí y entré corriendo al baño.

Entre a la ducha y me sentí totalmente bien, limpio, relajado. Me enjaboné como 10 veces para poder dejar impregnado en mi cuerpo el delicioso olor del jabón. Quería estar lo más limpiecito y presentable posible para mi Lou. Estaba de seguro de que él ya estaba aquí, pues Niall me comentó haberlo visto ayer, cuando me explicó sobre su accidente, la llamada y eso. Sólo me preguntaba qué estaba haciendo por mi desaparición que siquiera yo puedo explicar. Estaría preocupado?

Stay - Larry Stylinson [M-PREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora