Stay - Larry Stylinson [M-PREG]

8 x 2

Narra Louis

Harry no volvió a dirigirme la palabra, es más me ignoró durante toda la noche. Pensé que no tendría más éxito en seguir insistiendo, por lo tanto me rendí por completo y puse fin a mi plan de tratar de hablarle a Harry...

La verdad no supe qué rayos le pasaba. Intentaba hablar con él, pero era como si estuviese hablando con una pared: no había respuesta alguna. Eso me frustraba mucho, ya que por fin estaba con Harry, en una misma habitación, ¡y me ignoraba!

Ya era muy tarde en la noche y el conflicto era cómo dormiríamos. Para nuestra suerte, la habitación poseía únicamente una cama tamaño KING. Además de eso había un sofá, pero no era mi culpa. Yo nunca esperé que alguien más se hospedara conmigo. ¿Ahora qué haríamos? Estaba seguro que Harry no aceptaría por nada en el mundo acostarse conmigo, pues parecía muy... ¿enfadado?

Ok, eso sonó raro, pero literalmente era acostarse conmigo.

-¿Harry? -llamé y el rizado volteó a ver. Por lo menos tenía su atención-. Sólo hay una cama, ¿cómo hacemos?

Estaba algo nervioso, pero Harry no respondía.

-Mm... ¿si quieres duermo en el piso? -propuse, pero obviamente no era cierto.

Nada.

-Si quieres duermo en la bañera... -uh qué mala idea esa.

Nada.

-Si quieres... si quieres, ¿dormimos juntos?

Y logré lo que quería: captar su atención.

Inmediatamente éste abrió sus ojos como platos y abrió su boca, de la cual salió una melodiosa voz gruesa.

-¡No! -sonaba desesperado-. Yo duermo... en el sofá.

No parecía mala idea, pero no quería que Harry tuviera esa incomodidad.

-Si deseas, yo puedo dormir en el sofá y tú y el bebé duermen en la cama... -propuse para su mejor comodidad. ¿Qué hacía? ¿Por qué me seguía preocupando Harry? Quizás era caballeroso.

Él asintió y enseguida desvió su mirada.

Y así sería el resto de la noche... ¿el resto de nuestras vidas?

Una llamada interrumpió mi pensamiento, la cual dudé en contestar porque estaba seguro de que sería Eleanor otra vez,. Sin embargo, no acerté. No era ella esta vez.

-¿Qué pasó, negro? -era Zayn. No me parecía raro, pero a estas horas sí.

-Umm, Tomlinson -rodé los ojos.

-Mira, Zayn, no estoy para recogerte de ninguna cantina-

-¡No, no es eso! -exclamó y escuché a sus palabras-. Emm, me vas a tener que recoger a otro lugar.

-¿Ah, qué? ¿Dónde?

-En la cárcel.

Oh, Zayn, en qué te has metido.

Tomé las llaves de mi auto y le avisé a Harry que pasaría a buscar a Zayn, quien estaba en la cárcel. Estaba seguro de que mi ex seguía recordando al morocho, a pesar de que no me mostró ninguna expresión. Agradecí al cielo que el moreno estaba en una cárcel en Doncaster, y no en otra ciudad, porque ahí si que no lo paso a recoger.

Luego de conducir en las calles de la oscura noche -de la cual no hubo tráfico-, llegué a la cárcel de Doncaster. Me sentí apenado por tener que recoger a Zayn de aquel lugar, pues me ha hecho buscarlo en los peores lugares de Inglaterra, menos en éste. Esperé a que mi amigo se subiera al auto para interrogarlo.