Stay - Larry Stylinson [M-PREG]

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-¿Lou-Lou-Louis? -mis ojos eran un par de platos.

Mi corazón se aceleró más de lo normal, no pude evitarlo. ¡En ese momento se me había olvidado hasta mi nombre! ¡No lo podía creer! ¡Louis estaba al frente mío! ¡Luego de casi dos años!

¡Mi Louis!

Miles de sentimientos invadieron mi cuerpo, estremeciéndome y creando una muy fuerte sensación que me causaba dolor y amor a la vez. Quería llorar, quería gritar. Quería pegarle, quería... yo quería besarle. ¿Pero por qué? ¿Cómo? Después de lo que me ha hecho, ¿en serio quería besarle? Creo que estos eran muchos sentimientos para mí en un solo momento, del cual no estaba preparado.

Sacudí mi cabeza, esfumando cualquier tonto pensamiento, y puse los pies sobre la tierra. Louis me observaba igual de impresionado que yo, provocando que mi corazón se afligiera. Habían miles de personas a nuestro al rededor, sin embargo en ese instante sólo parecíamos él y yo.

-Harry... eres tú... -el castaño se acercó demasiado a mí. Su mano rozó mi mejilla, pero yo la removí; no permití que me tocara.

Creo que me sentía asustado, por alguna razón. La alegría era mi última esperanza, pero no la perdía.

Tomé a Angus sin despegar mi mirada de la de Louis. Parecíamos dos estúpidos hipnotizados, cortos de alguna coherente palabra. No quería estar ahí; sentía que me tenía que ir. Ésto no estaba bien.

Me di vuelta con el bebé en mis brazos y comencé a dar pasos largos para salir.

-¡HEY, ESPERA! -gritó una chillona voz a lo lejos.

Esa voz me estremeció nuevamente. Escucharla me traía tantos recuerdos, y más con el desespero que sus palabras en un grito salieron... ésto era frustrante.

Mis ojos se humedecieron y a parte de dar pasos largos, empecé a caminar aún más rápido. Angus miraba hacia atrás, por lo que deduje que Louis me estaba siguiendo. Mi corazón se oprimió, causando fuertes dolores sentimentales en mi pecho.

No lo podía creer aún, ¡había visto a Louis! Y ahora Louis estaba detrás mío. Los planes de escape se me agotaban y las posibilidades de librarme de él eran pocas. Algo en mí quería dejarlo; dejarlo ir. ¿Pero qué imbécil y bipolar soy? Antes rogaba en plegarias y deseos que por favor nuestra felicidad y amor retornara. ¿¡Quién me entiende!? ¡Porque yo no!

Salí de aquel estadio lo más rápido que pude, empujando a un montón de personas que me reclamaban. Al estar afuera, me maldije por no haber llegado temprano y haber estacionado el coche cerca, pues ahora tendría que caminar más y eso me hacía perder el tiempo. Pero lo hice y caminé hacia mi coche.

Narrador

Harry caminaba demasiado rápido, algo que no le daba ventaja a Louis, quien lo seguía. Louis era de estatura baja, por lo tanto las personas no le daban la oportunidad de pasar entre ellos, y su estatura no le ayudaba. Tampoco podía dar pasos largos, y para rematar la situación, miles de chicas le pedían su autógrafo.

Cuando por fin salió del estadio, respiró hondo y divisó la figura de Harry a lo lejos, por lo que emprendió una carrera hasta allá.

-¡Harry, espera!

El castaño logró llegar, y cuando lo hizo se apoyó sobre sus rodillas, tratando de aspirar todo el oxígeno posible. Angus se reía del pobre, mientras Harry lo miraba confuso y horrorizado.

-¿¡Qué quieres!? -fue una respuesta poco agradable de parte del ruloso.

-Harry... -Louis respiraba agitadamente, pero eso no le impidió posicionarse en frente de Harry y estudiar su rostro- eres tú...