Stay - Larry Stylinson [M-PREG]

19

-Dos meses. -sonrió Harry para sí mismo, admirándose en un espejo y acariciando una muy pequeña pansita difícil de identificar, pero posible de hacerlo si se mira con atención, en su abdomen.

Habían pasado ya casi otro entero mes desde que Harry estaba embarazado y ya iba para el tercero. Desde entonces, su abdomen se había inflado un poquito, haciendo mucha ilusión a Harry y enamorándolo cada vez más. Todos los días jamás se arrepentía desde que reconoció a su criatura. Estaba más emocionado que nunca y Niall podía atestiguarlo.

Desde la primera ecografía que Harry tuvo, no le habían hecho ninguna otra, pero si estaba al cuidado de Niall. Éste le haría otra eco como en dos semanas, pero por mientras estaba para encargarse de que Harry estuviera bien.

Y sí lo estaba. Había estado pasando momentos felices, aún así cuando sus mareos, desmayos y a veces vómitos, no cesaban. Harry ya comenzaba a acostumbrarse a tener que pasar por esto, pues aunque estos disminuyeran con el tiempo, aún le quedaba por seguir así; al menos un máximo cuatro o seis semanas. Niall temía que los antojos de Harry incrementaran y el estado sentimental se pusiera más sensible. Debido a estar comenzando su embarazo, estos prevalecían en disminuidas ocaciones, pero el segundo trimestre del embarazo iba a acabar con ambos, Harry y Niall.

Apenas Harry estaba en la mitad de su primer trimestre y ya los cambios se comenzaban a notar en él. No era tema de preocupación, pues era normal, pero sí se preocupaban porque no sabían qué hacer con el pobre Harry. Ni siquiera él mismo se soportaba.

*Knock Knock*

-¡Ya voy! -Harry fue interrumpido al llamado de la puerta. Inmediatamente bajó su suéter y corrió a abrir.

-¡Hazz, mira lo que te traje! -un guapo castaño se asomó por la puerta con una gran sonrisa entre sus labios y una bolsa de malvas.

-¡Mías! -chilló el embarazado, arrebatando la bolsa de las manos de Louis y coriendo a la cama para abrirla y comérselas.

-¿Ni un "puedes entrar" me dices? -Louis anunció aún desde la puerta, silbando para llamar la atención de Harry, quien tenía su boca llena adorablemente de malvas grandes.

-Pasa, amor. -mencionó con la boca llena y Louis se apresuró a entrar y sentarse junto a su amado novio.

-Veo que a alguien le gustó mi sorpresa. -Louis soltó una risilla, observando al rizado comer con ganas.

-Me encantan las malvas y lo sabes. -lo dijo Harry de manera obvia. Desde su embarazo, desarrolló gustos adictivos a muchas cosas que ni siquiera antes le importaba comer y ahora lo hacía con frecuencia.

-Últimamente sí. Antes no. -el castaño comparó esta adicción de Harry por las malvas. -¿Raro, eh?

-Emm... sí. -era raro para Louis, pero para Harry era algo totalmente normal.

-¿Sabes a qué me recuerdas? -Louis preguntó y Harry estaba en su mundo con sus malvas, que apenas escuchaba a Louis.

-¿A qué?

-A mi madre cuando estuvo embarazada de Lottie, Fizzy y las gemelas. -mencionó el castaño, recordando hace un tiempo atrás.

Harry comenzó a atorarse con las malvas y a toser para lograr desatorarse.

-Coff, coff, uju, uju. -sus grandes ojos eran dos grandes aceitunas muy graciosas en ese momento. Louis hizo una mueca de preocupación y palmeó la espalda de su novio. -¿Por...qué? -logró aclarar su garganta y lo invadió el nerviosismo.

-Es que, bueno, cuando mi madre estaba embarazada de ellas, tenía muchos antojos: con lottie, la pizza. Lloraba por no querer engordarse, pero aún así seguía comiendo. Con Felicité, se le antojaba mucho el chocolate y eso es dañino para la salud con exceso; también lloraba por no querer enfermarse. Con las gemelas, finalmente, se obsecionó con el algodón de azúcar, ya que una vez fuimos a la feria y probó el algodón de azúcar y desde ese momento sólo quería ir a la feria exclusivamente para comer eso. Oh y, ¿cabe mencionar que también lloraba porque no quería que le diera diabetes? ¡Qué locura! Y para acabar, el que tenía que complacerla era yo y Mark. Pobres de nosotros. -Louis hablaba rápido, quejándose y como haciendo burla de su madre en sus tiempos de embarazo, lo que molestó a Harry.