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Llegué a casa y sólo esperaba poder echarme en mi cama y dormir. No tenía ánimos de hacer nada, ni de hablar con nadie. Probablemente Niall estaría en casa, así que sólo le diría que hablaría con él después.

Estacioné el coche y bajé, tirando de la puerta con fuerza. Abrí la puerta de la casa y cuando entré, estaba Walihya alimentando a Gus. Me había olvidado totalmente de ella, pero agradecí el trabajo que hacía por nosotros.

-Hola -sonrió la pelinegra, mientras Gus extendía sus bracitos para que yo lo cargara.

-Hola, Walihya -le devolví la sonrisa-. ¿Cómo se ha comportado Angus hoy?

-Muy bien -pareció no tener problemas-. Mejor de lo que me esperaba. Es un bebé travieso y juguetón, pero puedo manejarlo.

-Gracias, Walihya, ¿te llevo a casa? -propuse.

-No, no es necesario. Vivo cerca de aquí, ¿lo recuerdas? -sonrió y lo recordé.

-Es cierto, ¡gracias otra vez! Me alegra mucho que le agrades a Gus -mencioné otra vez y asintió encantadoramente.

Justamente cuando ella iba a salir, la puerta fue abierta, apareciendo un rubio a través de ella.

-¡Hola! -llegó con unas bolsas, pero luego se percató de la presencia de Walihya-. ¿Hola?

-¡Niall, Niall! -corrí hacia él con Gus en mis brazos-. Esta es Walihya, la nueva niñera de nuestro Gus.

La chica se acercó tímidamente a Niall, algo avergonzada quizás.

-Hola, Walih... ¿Perdón, cómo? -rió el tonto rubio.

-Walihya -contestó la chica con sus ojos brillando-. Mucho gusto.

-Soy Niall, igual -sonrió el rubio, extendiendo su mano simpáticamente a Walihya, quien aceptó el gesto con gusto.

-Bueno, ya Walihya se iba -interrumpí.

-Eh, sí, ¡nos vemos mañana! -se despidió con su mano y salió de la casa.

-Es simpática, ¿no lo crees? ¡Y a Gus le agrada! -le mencioné a Niall con alegría.

-No está mal, pero sabes que aún no me parece que Angus tenga niñera y lo sabes -repitió por enésima vez, vertiendo agua en su vaso.

-Ush... -rodé los ojos-. ¿Cómo te fue?

-Bien, ¿y a ti? -contestó y dudé en mi respuesta.

-No tan bien -me apresuré a responder, pero luego me correjí-. La verdad, muy mal...

-¿Y eso? ¿Segundo día y ya estás harto? -rió y luego tomó un sorbo de su vaso de agua.

-Es Eleanor -rodé los ojos con sólo recordar lo que pasó.

-¿Qué con ella? -preguntó, tomando agua tranquilamente.

-Nada, sólo le dije lo puta que era en frente de todos y ella me gritó y nos peleamos, le halé su peluca, ella me arañó y ni hace falta decir que casi le rompo esa nariz de tucán -resumí y éste escupió su agua.

-¿¿Qué?? ¡Harry! -mi amigo frunció el ceño.

-¡Lo siento, lo siento, pero no pude hacer nada al respecto! La odio y lo sabes -dije, harto-. Además, Angus también la odia, ¿a que no, bebé?

Mi bebé aplaudió consecutivas veces y lo tomé como un sí. Nadie más que Angus y yo sabemos el odio que le tenemos a esa estúpida, por todo lo que nos hizo y jamás podrá borrar.

-Harry, sabes lo peligrosa que es Eleanor... -comenzó a decir Niall, pero yo no quería recordar malos momentos.

-Lo sé, Niall, pero ya no me causa miedo. Además, tiene todo lo que quiere: Louis y fama. ¿Qué me va a hacer? No tiene necesidad de hacerme daño. Ya no -acepté mi realidad y la afronté. Niall asintió.

Stay - Larry Stylinson [M-PREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora