Stay - Larry Stylinson [M-PREG]

22 x 2

Narra Louis

Me removí un poco de las sábanas, pronto dándome cuenta de que estaba desnudo. Giré mi cabeza hacia el lado izquierdo y estaba vacío ese lado de la cama. Me senté y me di cuenta de que Harry no estaba.

Harry.

La noche que tuve que con Harry había sido perfecta. No sólo porque tuvimos muy buen sexo, sino por nuestras confesiones de amor. ¿Cómo no me había dado cuenta de que Harry era el amor de mi vida? ¿Por qué desperdicié un año de mi vida sin él? ¿Cómo pude hacerlo? Todo este tiempo creyendo que sentía algo mínimo por Eleanor, pero en realidad estaba muy enamorado de Harry. Siempre lo he estado, desde que lo conocí.

Eleanor.

¿Qué haría con ella? ¿Qué pasaría con ella y conmigo ahora? Luego de todo lo ocurrido anoche, no puedo pensar bien. ¿Por qué decidí casarme con ella? ¿Cómo tuve la tonta idea de que estando con Eleanor olvidaría todo lo que realmente siento por Harry?

Ahora siento que tengo tantas preguntas y me he estado dando cuenta de tantas cosas que me siento muy tonto. Me levanto de la cama, ahora sintiéndome con un poco de dolor de cabeza por pensar tanto, y camino hasta el lavamanos del baño y me lavo un poco la cara. El agua fría me hace sentir más fresco y aliviado. Me miro en el espejo y noto que tengo una sonrisa inborrable. Esta sonrisa me hace sentir más satisfecho conmigo mismo.

Luego de colocarme unos bóxers, salgo de la habitación y lo primero que se me ocurre es dirigirme a la cocina, pues del poco tiempo de estar con Harry me he dado cuenta de que le encanta estar todo el tiempo en la cocina, haciendo algo. Le debe gustar mucho la gastronomía.

-Buenos días, te has despertado -Harry me recibe desde la estufa, donde cocina unos huevos revueltos y tostadas.

-Así es -me acerco a él, lo tomo de la cintura, me pongo de puntillas y lo alcanzo para darle un beso en los labios. Cómo extrañaba esto-. Buenos días.

Harry se ruboriza y continúa cocinando.

-¿Cómo has dormido? -preguntó, mientras yo me limitaba a contemplarlo mientras cocinaba y no quitarle esa camisa y bajarle esos bóxers.

-Bien, muy bien -le sonreí y él rió-. ¿Y tú?

-Muy bien también. Lou, ¿pondrías las frutas que están en la nevera en la mesa por favor? -pidió y yo asentí.

-Oye, Hazz, noté que estás haciendo un biberón... ¿para quién es? -pregunté, extrañado, ya que hasta donde yo tenía entendido, Angus se había ido con Niall.

-Oh... -éste se detuvo-. Cierto... Angus... no está...

Sus ojos se aguaron con su mirada fija al suelo y una mirada triste. Yo sólo susurré un "Oh no". Harry estaba triste porque Angus no estaba aquí.

-Hazz... -susurré.

-Angus... -murmuró para él mismo.

-Hazz, él está bien -no sabía qué decir y no tenía ni la más mínima idea de qué decir para animarlo.

-Lo siento... -comenzó a llorar-. ¡Es que le extraño tanto!

-¡Pero no llores! -dije preocupado-. Por favor, no estés así...

-Nunca había estado ni un sólo día en todo su año lejos de él -sus sollozos eran evidentes y yo no pude evitar sentirme mal.

-Pero él está bien... -lo animé-. ¿Quieres que llamemos a Niall? -pregunté, pareciéndome muy extraño que el rubio no haya llamado. Harry asintió-. Bueno, lo llamaré, pero vamos a la mesa y comamos el delicioso desayuno que nos has preparado.