Stay - Larry Stylinson [M-PREG]

18 x 2

Narra Harry

No sé si Louis habrá partido de vuelta a Nueva York, o si está aquí, pero no he sabido de él desde hace un día y con éste día, son dos. Me pone nervioso el hecho de que Louis tenga mi número, porque no sé si esperarme una llamada o un mensaje de texto de parte de él. Desde la última vez que nos vimos, el domingo, ni tan siquiera me ha enviado un mensaje. Quizás esté muy ocupado, y no lo culpo, pero comienzo a optar por llamarlo yo a él. Desearía tener las agallas para poder hacerlo.

Mientras termino de desayunar, Angus está durmiendo -por suerte- y Niall se está colocando su uniforme. Hoy él se ofreció en llevarme al trabajo para que fuéramos juntos y no pude estar más de acuerdo. Para el tiempo en el que estamos listos para salir, llega Walihya y nos saluda con amabilidad. Jamás dejaré de decir lo mucho que me encanta esta chica y lo tan simpática que es. Algo que me llama la atención de ella es que cada vez que ve a Niall, sus pupilas se dilatan el triple y su sonrisa irradia más.

Nos despedimos de Walihya y Niall nos condujó al Café más cercano. Éste está un poco vacío, pero las personas que están ahí son personas como nosotros, que van en camino a su trabajo. Niall y yo, notando que aún nos sobra el tiempo, decidimos tomarnos nuestros cafés con tranquilidad y tomar asiento.

-¿Qué has sabido de Louis? -preguntó el rubio y la mención de Louis casi me hace quemarme con el café. Disimulé.

-Nada -contesté, "indiferente", con la verdad.

-¿Nada? -frunció el ceño y asentí, encogiéndome de hombros.

-Es la verdad -admití-. ¿Y qué hay de ti?

Su sonrisa creció. Esas sonrisas tontas que uno hace cuando le hablan de esa persona.

-Estoy un poco feliz.... digo -se mordió el labio-. Desde ese día nos hemos estado llevando mejor. No creo que haya sido por magia que nuestra relación se esté restableciendo, pero sea por lo que haya sido, estoy feliz de que estemos bien... o al menos somos amigos.

-¿En serio? Estoy feliz por ti -sonreí-. Estoy seguro que podrán recuperar más cosas...

-Quizás. Igual que tú -me miró pícaro y de inmediato negué, sacudiendo mi cabeza.

-Louis y yo sólo amigos -resumí en cinco simples palabras.

-Ni tú te crees eso -rió, echando su cabeza hacia atrás y yo seguí negando con una sonrisa.

-¿Qué te hace pensar que un hombre que se va a casar con una mujer en dos semanas va a cambiar de opinión por un hombre con un hijo? -espeté y él se encogió de hombros.

-¿Dos semanas? -no lo pudo creer-. Bueno, hermano, no sabes lo que puede pasar.

Éste me guiñó el ojo, divertido, y se levantó de su silla. Yo seguí su acción y ambos nos subimos al coche.

...

-Hola, Cara -saludé a mi amiga, quien parecía algo triste.

-Hola, ricitos -hizo una sonrisa falsa y me preocupé.

-¿Estás bien? ¿Te sientes mal? -fruncí el ceño y ella negó.

-Estoy bien... sólo que... la extraño -susurró y no pude entender. ¿A quién extrañaba?

-¿A quién extrañas, Cara? -la tomé por los hombros, mientras su mirada estaba baja.

-A Ellen -soltó un suspiro pesado y enseguida comprendí.

Ellen era una de las chicas modelos invitadas de la semana pasada. Yo notaba esa conexión que había entre ellas y las miradas y todo eso. Cara hasta comenzó a estar más tiempo con ella que conmigo y siempre podía escuchar su risa ruidosa en el lugar cuando estaba a lado de la chica. Ahora que los modelos invitados no están, Cara se siente triste sin Ellen. Quizás se encariñó mucho con ella y, la verdad, me entristece que ella esté así.