Hiroto Kiyama

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Hoy es mi primer día en Raimon, a pesar de que estemos a mitad de semestre, mis padres decidieron cambiarme de instituto por el trabajo de ambos. En realidad estoy muy ansiosa, nunca se me dieron bien hacerme amigas, siendo en realidad que no tengo ninguna amiga; bueno dejemos eso de lado, estoy delante del director Raimon y su hija esperando a que me asignaron el aula que me correspondiera.

Raimon: bienvenida A TN- hace una reverencia- espero que encuentre su estadía agradable en nuestras instalaciones- asentí- mi hija te guiará a su aula, si tienes alguna duda o preocupación no dudes en avisarme a mi o mi hija- asentí mientras hago una reverencia.

La señorita Raimon me guió a mi aula, en el camino estuvo en completo silencio, no me extraña después de todo soy una extraña, yo por mi parte estoy mirando todo en mi entorno siempre soy muy observadora así que me dedique a ver las instalaciones mientras avanzamos lentamente. Una vez que estuvimos en la puerta me hizo una seña para que espere la señal, toco la puerta e ingresó sin esperar respuesta.

Raimon: buenos días alumnos hoy tendrán a una nueva alumna- me miró asintiendo para que yo entré, enseguida entré y me pare a lado de ella con la mirada baja por los nervios.

Profesor: bueno preséntate- lentamente agarre la tiza y antes de empezar a escribir en el pizarrón, Raimon me detuvo.

Raimon: antes que nada, ¿alguien de los aquí presentes sabe lenguaje de señas?- pregunto, todos nos miraron extrañados, un chico de pelo rojo y ojos verdes, muy lindos (a mi parecer) levantó la mano- Hiroto Kira presta atención- me miró asintiendo, yo simplemente asentí también.

Hiroto: "buenos días a todos, soy A TN, y sere su nueva compañera a partir de ahora"- hice una reverencia, mientras me sonrojaba al ver su sonrisa tratando de tranquilizarme, recién ahora me doy cuenta que estoy temblando- "disculpa las molestias Kira-kun"- hice otra referencia, el me sonrió haciendo que me sonrojara aun más- no importa, no es una molestia.

Las clases siguieron, la verdad me parece todo algo fácil, no es que sea una genio pero me defiendo bien en los estudios; cuando llegamos al primer recreo todos los chicos se me acercaron y empezaron hacer preguntas de todo tipo, haciendo que me sintiera más incómoda.

XXX: ¿cuantos años tienes?- escribí el quince en una libreta que tengo para estas cosas.

XXX: ¿siempre fuiste murda?- asentí levemente molesta, no me gusta contar cosas personales a personas que apenas conozco.

Antes de que alguien mas se me acercara pudo escuchar el timbre dando como finalizado el recreo. El resto de la jornada fue sumamente tranquila, los chicos no dejaban de decir de mi cosas "románticas" o simplemente trataban de llamar mi atención no consiguiendo nada de mi parte. Como siempre hay personas malas en la vida, en la mía hay demasiadas, después de todo chistes como "te quedaste muda" nunca faltan.

Cuando las clases terminaron me dirigí a la entrada para retirarme, pero fui interpuesta por la hija de Raimon quien me estaba mirando con una sonrisa queda.

Raimon: ¿cómo te pareció el primer día en nuestro instituto?- sonreí sinceramente levantando mi pulgar- no quiero molestarte pero tienes que formar parte de un club- dijo mientras buscaba de entre unas hojas en sus manos entregándome una gran cantidad de hojas- puedes elegir de entre ellas- asiento lentamente sorprendida- nos vemos mañana- se despidió saludo con su mano.

Ni bien llegué a casa me puse a hacer la tarea siendo la más complicada historia, no retengo las fechas históricas y como no puedo hacer los orales siempre terminan sacando nota, igualmente lo termine a tiempo rencor. Me fui a bañar y cuando salí puse todas las hojas sobre mi cama y mientras las iba analizando fui descartando algunas de las opciones, según lo que puedo o no hacer, siendo mis únicas dos opciones entrar en el grupo de baile o el de lectura.

Es fácil mi decisión, pero igualmente voy a visitar ambos clubes para ver si me aceptan a pesar de ser muda.

Después de acomodar nuevamente las hojas y colocarlas en mi bolso me dirigí a la cocina a ayudar a mi madre a hacer la comida y a colocar la mesa, para después de terminar de comer lavar los platos. Mi padre, al ser doctor, tiene guardia esta noche por lo que estamos las dos solas. Me fui a mi habitación y después de organizar todo para el día de mañana me puse el pijama acostándome lentamente en la cama, mientras cerraba mis ojos la mirada de Hiroto llego a mi mente con su hermosa mirada verde que me estaba mirando con cariño y comprensión; ¿es posible el enamorarse a primera vista?.

Inazuma Eleven (personaje y lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora