Shuya Goenji 7

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El olor a cloro llenan mis fosas nasales, la adrenalina y el entusiasmo no dejan mi sistema nervioso desde hace ya dos días; y llevo sin dormir más de cinco días.

Cualquiera en mi lugar estaría agotado y sin ganas de hacer nada por un muy largo tiempo, en su lugar estoy tan despierta y en alerta que pareciera que no me pasara nada. Pero, ¿quién no estaría tan emocionada como yo? después de todo estoy en las finales y soy una de las representantes de Japón a mis cortos veintitrés años.

La pregunta es, ¿si ya soy una participante para los juegos olímpicos porque estoy en una carrera?. La respuesta es simple, la que venza hoy va a tener mayor peso publicitario que las otras siete y, por ende, mayor reconocimiento. Las demás chicas apostaron que mi reinado en Inazuma, y Japón, terminaba este día así que no podía dejarme vencer tan fácil.

La tensión se siente en el aire en estas piletas olímpicas, es más, casi puedo jurar que se cortan con un cuchillo. Creo que las chicas me contagiaron los nervios, no dejo de toquetearme las manos y de fijarme en mi celular para ver si me llegaba algún mensaje importante, aparte, no dejó de sacudir mi pierna derecha haciendo que me desespere.

Mentalmente no dejo de repetirme lo que me dijeron mis padres para que no me altere, más de lo que ya estaba, y el cómo me alentaron en todo el camino a las piletas. Además, puedo escuchar alentando desde el estadio. Emboce una gran sonrisa, suspiré y me termine de relajar.

Envié un mensaje a Shuya y espere pacientemente la respuesta. El también me ayudó a que las ansias no me consumieran a lo largo de la semana, me llamo todos los días, además de enviarme infinidad de mensajes, diciéndome que soy buena y que no vale la pena preocuparme por algo que ya gané antes de participar.

Shuya: "Suerte y que te vaya bien, se que ganaras así que no te pongas nerviosa y animo. Te tengo una gran sorpresa, pero para tenerla tienes que ganar. Besos, te amo"- estoy motivada voy a ganar esto a toda costa.

Ahora que estoy pensando en Shuya, nuestra relación sí que ha tenido altos y bajos. La distancia, para que mentir, nos a alejado el uno del otro. Es más, más de una vez consideré que estábamos separados y una gran angustia me invadía haciendo que no rindiera bien y que me aísla del resto del mundo. Pero enseguida, creo que incluso durante la misma semana de pensar estas cosas, recibo una llamada de mi goleador estrella diciéndome lo mucho que me ama y que no pudo comunicarte antes conmigo por el entrenamiento. Solo entonces mi ánimos volvían y era la misma chica con una gran sonrisa y muy animada.

Narrador: todos las competidoras que van a representar a Japón en los juegos olímpicos, favor de acercarse a la línea de salida. Dentro de poco se dará inicio a la carrera- dijo el señor desde su cabina.

Nos acercamos a la plataforma,nos pusimos en nuestras posiciones y antes de que se diera la labrada pude escuchar el pitido de una sirena y todo se volvió agua y tranquilidad. Siempre que estoy en una competencia entró en una especie de burbuja que solo salgo una vez que escucho otra sirena dando como finalizada la competencia. No presto atención de mis competidoras, solo existo yo y el agua que me rodea y me hago una con ella.

Cuando escuche el pitido de la sirena, una vez que toque la pared, me di cuenta que termine y al ver que la que está más cerca está en a mitad de la pileta batallando con otras tres chicas que están muy cerca la una de la otra. Me fije el tiempo y lo hice bajando unas milésimas del anterior récord olímpico. Solo cuando vi la cifra festeje, aparte de tener más publicidad, rompí un récord. Nada puede ser mejor en estos momentos.

Después de saludar rápidamente a los que vinieron a apoyarme me fui a cambiar, los de la asociación de juegos olímpicos nos darán los certificados de que podemos participar en ellos aparte de un diploma representativo por haber calificado. No se porque pero me pareció ver a una persona muy familiar entre los de la asociación, esta persona se quedó mirándome unos segundos para desviar la mirada y seguir conversando con uno de ellos. Le reste importancia y entre en las duchas.

Al haber sido la primera en todo sentido tenía que ser la última en recibir el diploma, los nervios seguían en mi, no se porque creo que me pasara algo de un segundo a otro. Deben ser cosas de mi cabeza, no espero nada ni creo que me pasara nada malo, o eso creo.

El mismo hombre que se quedó mirándome anteriormente es el encargado de dar los diplomas, lo presentaron como el líder de Fútbol Frontera Japonés, inconsciente mente mi cabeza imagino a Shuya y una gran sonrisa invadió mi rostro, que al ver a la persona que está ante mí no pude hacer más que borrar la sonrisa y que me invadiera la sorpresa. Esta persona me dio el diploma y una caja, la cual abrí haciendo que mis ojos se abrieran, todavía, más.

Shuya: TN, ¿te casarías conmigo?- preguntó en un susurro, yo asentí mientras las lágrimas me invaden haciéndome ver nublado- cuando estemos solos te lo diré de mejor manera- asentí alejándome de él con una gran sonrisa reprimiendo mis lágrimas.

¿Fue sorpresivo? Si o fue.

¿Me lo esperaba? Sí, pero no ahora.

¿Estoy feliz? Exploto de felicidad. Lo amo y es lo único que me importa.

Inazuma Eleven (personaje y lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora