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Seokjin se encontraba viendo al joven omega que apenas tocaba su comida. Jimin tenía la mirada decaída y movía la comida de un lado al otro por el plato.

— ¿Qué harás... una vez que nazca?— le preguntó el mayor. Ni siquiera era necesario preguntarle si lo tendría o no. Él como omega sabía la respuesta. Cuanto desearía que pudieran desconectarse de sus lobos, al menos para momentos así. Era muy cruel y triste ver en las noticias a omegas pequeños tener cachorros de sus agresores. Seokjin nunca se imaginó que tendría a alguien así tan cerca suyo... y ahí estaba Jimin.

— N-no lo sé... no creo poder verle al rostro. Imagina también si luego se enterara que nació de una violación— dejó el tenedor con amargura—. Incluso, es muy probable que mi lobo lo termine rechazando al nacer— su mirada descendió hacia su vientre. Seokjin no pudo evitar también mirar su panza algo hinchada—. ¿Tú que harías hyung?— preguntó. Pero Seokjin no respondió. No sabía que decirle ya que no se encontraba en la misma situación.

Jimin suspiró ante el silencio y luego se levantó de su asiento—. Lo siento, no debí preguntar eso. Iré a mi habitación... no tengo hambre.

— Jimin, espera...— musitó, pero el omega ya se había ido.

Seokjin se quedó mirando el plato lleno de Jimin por unos minutos. Luego, sacó el celular de su bolsillo para marcar el número de quien iba a ser el profesor de Jimin. Habían decidido que era mejor que tome clases en casa a que en la escuela. También hace unos días había consultado por algunos psicólogos, pero en todos había lista de espera. Era muy complicado acceder a la salud mental.
No llegó a marcar el número que enseguida en la pantalla apareció una llamada entrante de su novio.

— ¿Nam? ¿Encontraste algo?

Justo por eso te estaba llamando... adivinaste.

Bueno... no es como si habláramos de algo más últimamente— dijo con una risa cansada.

Si... cuando todo esto termine, pediré unas vacaciones en mi trabajo y nos iremos juntos a algún lado.

— Suena bien— respondió con una sonrisa, a pesar de que no podía verle. Sin embargo, enseguida se esfumó—. Nos salimos del tema.

— ¡Cierto!... Al fin con lo que Jimin me logró decir, logramos encontrar una casa que coincide.

— ¿Estás seguro que es la casa de él?— salió afuera para que nadie le escuchase.

— Si, lo confirmamos con los vecinos. Ellos escuchaban los gritos de Jimin la mayoría de las noches... y también algunos lo vieron cuando escapó.

¿Por qué mierda no le ayudaron en todos esos años?— apretó furioso su celular.

— Eso mismo me pregunto yo. Nos dieron la excusa de que tenían miedo.

— ¡¿Miedo?! ¡¿Miedo de ayudar a un chico que estaba sufriendo?! ¡¿Qué tanto les costaba llamar a la policía?!

— Cálmate... aún no viene lo peor.

— ¿Ahora qué?— se apoyó sobre la pared, agotado.

— Logramos entrar en la casa, pero el maldito escapó.

— Mierda..

No se encontró nada de él... y al parecer se fue hace bastante. Seguramente sabía que Jimin, aunque sean algunas palabras, diría más o menos dónde estaba.

Mochi ❀Kookmin omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora