Mochi ❀Kookmin omegaverse

72

Habían pasado unos días sin que nada nuevo sucediera. La seguridad se había reforzado pero de forma muy discreta. Siempre que salían habían unos guardias de lejos cuidándole y vigilando. Sin embargo, aún así no sucedía nada, aumentando el estado de ansiedad en el omega que no sabía si sentirse aliviado o más nervioso a la espera de algo que pronto llegaría. Solo quería que todo acabara, pero también tenía mucho miedo y nunca se sentiría realmente preparado por más que confiara en los demás.

Ese día Jimin se levantó a la misma hora de casi todos los días. Debía desayunar junto a Taehyung y luego esperar a que su profesor llegara.

Se quedó unos momentos sentado luego de estirarse y finalmente después de unos minutos salió de la cama, sintiendo enseguida la afelpada alfombra en sus pies. Miró por la ventana y notó que el día estaba algo nublado, como si en unas horas comenzaría a llover. Al parecer no podría salir aquel día. Aunque tampoco pensaba hacerlo, ya que sus amigos estarían todo el día bastante ocupados. Sin embargo, no le gustaban los días nublados.

Lo primero que hizo fue conectar su celular a la corriente y luego se dirigió rápido hacia el baño, ya que no aguantaba más. Allí aprovechó también a  darse un baño y luego cambiarse. No quería que su profesor llegara y el todavía estuviese en pijama. Allí mientras se duchaba, escuchó un sonido fuera, por lo que asumió que Taehyung estaba despierto.
Entonces al salir, notó un un extraño aroma a hierbas que no había sentido antes, tal vez debido a que había ido casi corriendo al baño. Al oler mejor, se sintió algo confundido ante aquel extraño olor que no podía identifica.
Caminó hasta el salón y vio a Taehyung acostado en el sofá, mirando en la televisión una película de Disney, acerca de un conejito policía y un zorro. Era la favorita de su mejor amigo.

— Buenos días— dijo con algo de sueño y luego se dirigió a la cocina mientras se secaba el cabello con una toalla y se servía agua en un vaso. Aquel extraño olor le provocó comezón en la nariz, y por consecuencia, estornudos.

Volvió la vista hacia el salón, en donde parecía que la película estaba por finalizar. Taehyung seguía tranquilo viéndola y sin mosquearse por absolutamente ningún olor. ¿Acaso solo él sentía aquel extraño y desagradable olor?
Su mirada descendió hacia el reloj que había en su muñeca, el cual le habían comprado hace unos días, y lo observó por unos segundos. Luego se subió la manga y caminó hasta su amigo.

— Hoy prepararé yo el desayuno. Quiero probar hacer una receta que vi anoche, aunque probablemente se me queme todo— se sentó emocionado en un hueco libre—. Por cierto Tae... ¿qué es ese olor?— frunció la nariz—. ¿Hiciste té o algo por el estilo?— preguntó y se sobresaltó al escuchar la tetera eléctrica sonar, debido a que el agua estaba hirviendo—. Oh, ya está... No me di cuenta que estaba puesta.

Como vio que su amigo no planeaba levantarse, se dirigió él mismo a agarrar la pava eléctrica y dos tazas.

— ¿Ya tomaste algo? Yo creo que me tomaré un café— dijo, pero ante el silencio frunció el ceño y volvió con su amigo—. Hey, no me respondiste a nada de lo que te estuve preguntando. Además, que es ese olor tan ra...— se calló al ver el rostro dormido de su amigo y su tranquila respiración—.¿Tae? ¿Te dormiste? No deberías dormir aquí...— lo sacudió, pero éste aún seguía dormido, por lo que suspiró y decidió dejarle dormir tras apagar la televisión. Taehyung era de dormirse tarde, por lo que no le sorprendía que siguiera teniendo sueño durante el día.

Decidió entonces volver a su habitación mientras esperaba que el té se hiciera.
Al entrar se confundió un poco al ver que la luz no estaba encendida. Tal vez la había apagado inconscientemente. La encendió y casi se tropieza con un libro suyo que estaba en el suelo. Lo levantó y sus instintos se activaron. Ya se encontraba algo tenso desde antes, y ahora incluso sintió un leve escalofrío. Sin embargo, allí no había nada ni nadie. ¿Taehyung había entrado a su habitación mientras se estaba bañando?
Se relamió los labios tras quitarse otras ideas de su cabeza y se dirigió hacia su celular. Tenía varios mensajes y unas cuantas llamadas perdidas, por lo que frunció el ceño y abrió primero los de su novio.