SOMOS IDIOTAS, PERO TE AMO.

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"Evening Crow"
11 de febrero del 2017.

—¿Evening, viste mi bufanda? —me preguntó Eve a gritos desde la planta alta.

Rodé los ojos antes de contestar, sin haberme esforzado en recordar.

—¿Cuál de todas tus malditas bufandas?

—La rosa —contestó, pero su voz se me hizo más brumosa que la primera vez. Tal vez se había metido a alguno de los cuartos.

—¿La rosa pastel, la rosa fucsia o la rosa rosa?

—La rosa pastel —contestó antes de golpearse con algo que la hizo sacar un gritito similar al maullido de un gato.

—Deja lo pienso...

—Olvídalo —contestó bajando por la escalera con la bufanda en una mano.

Me encogí de hombros y me llevé la taza de café hirviendo a los labios para darle un buen trago.

Eve se enrollaba la bufanda en el cuello mientras iba caminando y una vez en la sala comenzó a guardar las cosas de la mesa en su pequeña maleta de rueditas color gris.

—¿Segura que no vienes? —me preguntó dirigiéndome una miradita rápida por encima del hombro.

—De verdad, será mejor que me quede —contesté desanimada.

—Pero has estado toda la mañana encerrada, ni siquiera saliste a recibir la correspondencia. A ti te encanta recibir la correspondencia.

—No —rectifiqué señalándola con mi dedo índice—. No me gusta "recibir la correspondencia" —un trago más al café—. Me gusta el cartero, que es diferente.

—Rogger es lindo.

—Oye, tú no puedes fijarte en él. Ya tienes novio —le advertí despegándome de la barra.

—Tú igual tienes novio —respondió—. O lo que sea que es Nicolas Collins.

Sonreí, me gustaba oír a Eve demeritando a Nick.

Ella volvió a guardar los objetos en la maleta: un cepillo de cabello, su cartera.

Eve estaba a punto de tener su primera salida como un nuevo miembro oficial de la familia Collins. A pesar de que le insistí para que se pusieran un poco de labial, ella declinó mi oferta una y otra vez hasta que decidí dejarla en paz con sus botines rosa y su suéter gris.

"No es nada formal —me dijo—, vamos a comer helado y luego al cine. Todo mundo lo hace a diario."

—Ten, haz tu magia —se acercó hasta mí dándome la liga negra.

Dejé mi café a un lado y le trencé el cabello tan rápido como pude. Nick nunca se retrasaba, nos había dicho a las 3 de la tarde y eran 2:50.

Tomé una porción de cabello del medio, uno de la derecha y uno de la izquierda,  añadí un poco más de cabello a cada paso y teníamos una trenza francesa en pocos minutos.

—La orejeras, Eve, hace frío afuera —le animé cuando terminé, me di cuenta que esa vez no me había entretenido de más con su cabello, pero tenía las emociones revueltas y el recuerdo de lo que había sucedido días atrás en la habitación de Nicolas no me dejaba sola ni por un segundo.

—Evening ¿puedes decirme por qué estás enojada con Nick? ¿Qué fue lo que sucedió? Porque es por eso que no quieres ir con nosotros.

—No es por eso. Tú deja de preocuparte y diviértete ¿de acuerdo? Grítale a una pareja: ¡sabía que tenías otra! Y luego sal corriendo, no sé, aprovecha que tienes novio, si te arrestan cúlpalo a él.

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