Capitulo 28

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- Vamos entra y no hagas ruido - Le dije a Kyle mientras subíamos a mi habitación, el solo asintió.

Al llegar a mi cuarto Kyle se fue hacia el interruptor para encenderlo, yo fui rápido hacia él y lo detuve. Tomando su mano y arrastrándolo hacia la cama.

- Kathi, ¿Qué pasa?

No le dije nada, solo lo bese. En la oscuridad y el silencio algo parecía despertar dentro de mí, a pesar de estar muerta de los nervios. Quería que pasara, era el momento. Kyle se apartó de mí y a través de la oscuridad podía sentir su intensa mirada, como si con ella me estuviera preguntando si estaba segura. Yo solo lo volví a besar, dándole a entender mi respuesta. El me correspondió el beso inmediatamente, el beso empieza suave y romántico. Pero poco a poco va subiendo de intensidad. Él toma mi cara entre sus manos y profundiza el beso, nuestros labios se mueven en sincronía, su lengua roza la mía, está tentándome. Las respiraciones se aceleran, siento como si mi corazón quisiera salirse de mi pecho, me desmayare en cualquier momento.

Es increíble cómo me puede hacer sentir Kyle, él presiona su cuerpo contra el mío, y mi boca emite un pequeño sonido. Me acuesta lentamente en la cama, él se sube encima de mí. Paso mis manos por su cuerpo bien definido, sintiendo su abdomen. Kyle es demasiado sexy. Él se aparta un poco y tira su chaqueta a un lado de la cama, vuelve a besarme y una de sus manos viaja a mi muslo y comienza a acariciarlo lentamente. Hasta que sube mi falda. Sigue besándome con una intensidad aún mayor. Me quito mi suéter y lo tiró a un lado. Mis manos viajan hacia la parte baja de su camiseta torpemente, pensando en una forma de quitársela sin interrumpir el beso, el nota mi sufrimiento y sonríe con su boca pegada a mis labios. Y en un ágil movimiento se aparta y se quita la camiseta por encima de sus hombros lanzándola hacia el lado izquierdo de la habitación. Kyle se vuelve apartar, quedando arrodillado entre mis piernas y en un movimiento impresionantemente ágil me quita la falda, y la tira a un lado y su boca vuelve a la mía.

Sus manos tocan mis piernas desnudas, y siento como pasa un corriente por todo mi cuerpo, Kyle deja salir un sonido el cual me parece hermoso, me está volviendo loca.

Muerdo su labio, cosa que parece sorprenderlo. Pero eso no lo detiene, introduce su mano por debajo de mi blusa, y acaricia mis pechos. Su tacto se siente increíble, tomo mi blusa y por encima de mis hombros la tiró a un lado, estoy en ropa interior frente a él, pero por un momento las dudas comienza a venir, me da miedo que vea mi cuerpo, que no sea suficiente para él. Soy nueva en esto y si no logro complacerlo. Pero cuando los labios de Kyle, viajan a mi cuello esas dudas se pierden en todo el deseo que siento. Desesperada, jalo el broche de su pantalón para quitárselos. Él se levanta y deja caer sus pantalones al suelo, vuelve a ponerse sobre mí. Besando mi cuello, y comenzando a dar besos desde mi cuello hasta mi barbilla. Sus manos vuelven a mis pechos, jugando con ellos. Hasta que va a la parte de atrás, antes de desabrocharlo hace pequeñas caricias, movimientos en círculos, y lo desabrocha, mis pechos quedan libres. Comienza a dar pequeños besos en ellos. Y eso hace que pase un corriente de adrenalina por mi cuerpo, quiero tomar el control. Y eso hago de una manera, me pongo encima del y comienzo a mover mis caderas, sobre él. Y siento como está a través de su bóxer, a través de la oscuridad, puedo ver su cara llena de placer y eso me hace sentir increíble, me encanta verlo así.

- ¿Me estas provocando? - Dijo Kyle.

- Tal vez. - Respondí.

- Amor, no juegues con fuego.

El vuelve en un solo movimiento a ponerse encima de mí, besándome lentamente, besos húmedos llenos de pasión y deseo que me están llevando hasta el límite. Sus manos van hasta el borde de mis pantis y comienza a acariciar y jugar con el elástico. Y los baja, baja mis pantis. Ahora sí estoy completamente desnuda frente a él, pero no hay momento para las dudas y el miedo. En este momento solo existe el placer. Mis manos bajan a su bóxer y se los quitó de un solo movimiento. Dios está desnudo y su cuerpo es tan perfecto, cada musculo, todo de él es perfecto. Sus labios están rojos, de tantos besos y los míos deben estar iguales.

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