Estoy demasiado nerviosa, aunque tengo que controlarlo. En unas horas estaremos en la casa del padre de Kyle, él debe estar más nervioso que yo y necesita totalmente mi apoyo, no sé hasta qué punto Kyle pueda controlarse, necesito estar en total calma. El timbre suena y bajó rápidamente, al abrirla veo a Kyle un poco más elegante de lo normal, mueve un poco sus manos con nerviosismo, está muerto de nervios, lo puedo leer en sus ojos.
– Hola, estas muy guapo – Digo con una sonrisa tratando de tranquilizarlo un poco.
– Gracias, y tú estás guapa siempre. – Dijo Kyle depositando un pequeño besito en mi mejilla.
El camino fue bastante silencioso, Kyle puso la radio para no establecer mucha conversación y yo no lo presione para que conversemos de algo. Kyle no apartaba sus manos del volante, estaban tensas. Y el no quitaba su mirada de la carretera. Al llegar Kyle seguía sin decir nada, su mano fue hacia el timbre pero rápidamente apartó su mano, se quedó por unos segundos pensando. Tal vez en si debía hacerlo o darse media vuelta y salir corriendo.
– Todo va a estar bien, no te preocupes. Estoy contigo – Dije en un pequeño susurro, entrelace mis dedos con los suyos, para darle más confianza. Kyle apretó mi mano con fuerza, luego sus ojos se clavaron en los míos y solo asintió, y sin apartar su mano de la mía, por fin toco el timbre.
La puerta, rápidamente se abrió. Y Amy, la madrastra de Kyle estaba ahí parada muy elegante, con una sonrisa bastante amplia, aunque en sus ojos se percibía que también tenía un poco de nervios. Nos invitó a pasar, mientras nosotros la saludamos amablemente. Cuando entramos a la casa, el ambiente era totalmente diferente a cualquiera de nuestras casas, en la mía se sentía mucha soledad y en la de Kyle se sentía el ambiente demasiado pensando, en cambio aquí se sentía como un verdadero hogar, Kyle miraba atentamente cada una de las fotos y cuadros del lugar. Sus ojos se fijaron en un foto que estaba en un marco dorado sobre una pequeña mesa de cristal, se acercó y la tomo. Rápidamente acudí a su lado interesada, ya que Kyle miraba fijamente esa foto.
Kyle me enseño la foto, y la reconocí al instante, esos ojos azules los reconocería en cualquier lugar. – Eres tu ¿verdad? – Dije analizando cada pequeño detalle de esa foto.
– Si, es una foto mía cuando tenía seis años. Es un poco increíble que esté aquí esto.
– Siempre la ha tenido – Dijo una voz a nuestra espalda, ambos volteamos y Amy era la que hablaba, se acercó más a nosotros. – Desde que conocí a tu padre, siempre ha tenido esa foto. Y ha permanecido siempre en algún lugar visible.
Pude ver como se formaba una leve sonrisa en la cara de Kyle. Pero cuando iba a decir algo, se escuchó a una pequeña niña gritando por todas las escaleras llamado a su madre. Cuando Halley, notó nuestra presencia, guardó silencio.
– Perdón, por bajar hasta ahora. Estaba atendiendo una llamada importante, pero ahora estoy libre. – Dijo el padre de Kyle, bajando las escaleras. El noto que su pequeña hija, estaba a los pies de su madre así que se acercó.
– Halley, ven conmigo. No pasa nada, quiero presentarte a alguien formalmente. – Dijo el señor Adam, tomando la mano de la pequeña, ella curiosa se acercó con su padre hasta nosotros. – Mira, hija. Recuerdas que últimamente nos habías dicho que querías una gran familia – Dijo Adam, poniéndose a la altura de la pequeña. – Pues, este el inicio de eso, él es Kyle. Es tu hermano mayor. – La pequeña niña solo llevo su mirada hasta Kyle. El de igual manera que su padre se puso a su altura – Mucho gusto, es un placer conocerte. – Dijo Kyle dándole una gran sonrisa. La niña lo miró fijamente a los ojos, y luego se lanzó a abrazarlo. Creo que esos ojos sin duda tenían poder en cualquier chica.
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Simplemente Tu
Teen FictionPrincipal regla un chico popular no habla con un no popular, un no popular no tiene derecho a hacerlo. Por esto no te enamores de un chico popular, esta fuera de tu alcance. Pero como poder evitarlo, ¿Has visto esos ojos azules?, es imposible dura...