Miraculous Ladybug(One-Shots)

Se Tardaban Demasiado

La azabache se quitó lentamente los patines sintiéndonos un poco pesados después de llevarlos puestos determinado tiempo y los dejo un lado para cambiarse con total libertad ya que siempre era la última en usar la pista y se había ganado la confianza de los encargados para cerrar el lugar.

Amaba ser la última que sentía el aire frío,movimientos a través de su canción favorita y él simple hecho de tener ese espacio para ella sola disfrutando un poco de quitarse las frustraciones,él problema era salir y saber que nada había cambiado pero por lo menos salía del lugar con una sonrisa y positividad.

Sin saberlo era observada por unos ojos verdes,simplemente maravillaba como ella deslizaba su saco suavemente rozando su piel y se colocaba él abrigo.

Cada movimiento era hermoso hasta fuera de la pista.

La primera vez que la vio patinar sabia que ella tenia mas que talento y soñaba con verla competir pero por alguna razón no sucedía.

Recordaba la sonrisa que tenía en el rostro sintiéndose orgullosa de ella misma,la misma sonrisa que hizo que se sonrojara y su corazón comenzará a latir a ritmo acelerado mientras veía a la azabache haciendo saltos increíbles acompañado de su voz tarareando alguna canción,con suerte la había escuchado cantar alguna que ella ponía con su celular para acompañar sus movimientos.

Nunca habían cruzado palabras,ella lo conocía de vista nada más pero estaba intrigada en conocerlo en algún momento.

Marinette sintió que alguien la miraba y comenzó a revisar frenéticamente él lugar ya que siempre solía ser la única,nunca se imagino que Adrien salia segundos antes que ella para ver como patinaba o asegurarse de que estaba bien.

Llego a ver un brillo que parecía el reflejo de la luz en unos ojos en la sombra de los lockers,se acerco lentamente mientras Adrien se alejaba lo más rápido y silencioso posible hasta chocar la pared.

-Marinette,se que te dije que podías cerrar pero mañana tengo que abrir y no estaré en casa así que no podrás devolverme las llaves.-interrumpió una voz masculina.

-De acuerdo.-dijo muy bajo alejándose dejando de lado su intriga mientras la imágen de unos ojos verdes brillantes chocaba en su mente.

Le dio las llaves a Nathaniel y salio de los vestidores y se despidió,el pelirrojo se aseguro de que su amiga saliera del lugar y fue en busca del rubio.

-Dijiste que ibas a hablarle no a ver como se cambiaba la ropa.-rió ayudándolo a levantarse y salir de su escondite-Me diste él permiso de pegarte si no lo hacías.

-Es que no pude.-contestó ignorando él comentario final-Tiene que haber otra forma en la que pueda hablar con ella.

-Tengo una idea.-sonrió perversamente para poner nervioso a su amigo.

[...]

“Tienes una enorme pista de hielo ahí afuera,tu y ella comparten eso.No necesitan palabras ustedes sabrán que hacer.”-fue lo único que le dijo Nathaniel la noche anterior.

Y no estaba muy equivocado,solo que desde hace un tiempo la única forma de imaginarse en la pista era haciéndolo con Marinette.

Algo en ese lugar sacaba lo mejor de ellos y podrían compartir lo que sentían mientras patinaban juntos.

Adrien llego un tiempo antes de que cerrara él lugar,la azabache aun no llegaba así que comenzó a dar vueltas en la pista.

Las peleas con su padre,la tristeza,él estrés,todo se había ido.Ahora podía recuperar un poco de paz en un lugar donde la mayoría no sabia que se escondía para estar solo.

Pero todo se iba,aunque era temporalmente solo pensar en que nadie podía decirle que hacer en ese lugar lo tranquilizaba y sentía que era él propio dueño de sus acciones.

Marinette llego notando que no estaría sola esa noche,en parte se sorprendió al ver que todavía alguien seguía ahí pero supuso que él rubio tenia sus momentos y también se quedaba hasta tarde.

Nathaniel le había comentado que hubo veces que ella no había ido y Adrien se quedaba hasta tarde patinando.No entendía como con tanta casualidad nunca pudieron patinar juntos la misma noche.

-Hola.-saludo interrumpiendo sus pensamientos,no se dio cuenta que estaba en medio de la pista como una estatua.

-Hola.-respondió con una sonrisa nerviosa.

-¿Eres Adrien verdad?.

-¿Para quien trabajas?.-pregunto fingiendo seriedad haciendo que rían.

-Soy Marinette,Nath me contó sobre ti.-extendió su mano deslizándose mas cerca de él.

-Soy Adrien.-correspondió él gesto-¿Te gusta patinar de noche?.

Aunque sabia las respuestas de la mayoría de las preguntas que le haría a la azabache no quería parecer acosador aunque la espía desde hace tres meses.Sin saberlo Marinette también se quedo admirándolo un par de veces.

Marinette pensó en su respuesta después de perderse en los ojos verdes del rubio,sabia que los había visto antes.

-Es como si la pista cobrara magia,al estar solo y ver todo él espacio…-contesto rápidamente al ver que tardaba,no quería que se de cuenta que intentaba descifrar donde había visto sus ojos.

Adrien se sintió un poco mal,sabía lo que estos momentos significaban para ella aunque sean pequeños.Y debía pensar en dejar de ser un cobarde y hablarle en vez de quitarle su espacio.

-Sabes,si quieres estar sola puedo irme.-dijo en voz baja un poco avergonzado al darse cuenta de lo que había hecho.

-Para nada,la pista no me pertenece para pedirte algo como eso además tal vez es una oportunidad para ver que puedes dar aquí.No te he visto patinar mucho pero lo que vi me gusto no puedo esperar a ver mas.

-No sabia que me viste patinar.-dijo en tono medio coqueto haciéndola sonrojarse.

-¿Y tu a mi no?.-preguntó en él mismo tono.

-...no…-mintió con una sonrisa-Pero es buen momento para verlo.-le ofreció su mano que ella no tardo en aceptar y paso a paso comenzaron una combinación de las coreografías que ellos habían visto hacer al otro.Combinaban a la perfección.

-Que lindos.-exclamo Chloe desde un piso arriba que daba vista pista-Parece que cupido es un tomate.

-Necesitaban un poco de ayuda.-se encogió de hombros con una sonrisa para después abrazar a la rubia por los hombros-Se tardaban demasiado,además parece que lo están disfrutando.-dijo mientras la pareja patinaba sin dejar de sonreírse entre ellos.