8.

1.2K 116 24
                                    

Camila lo miró entrecerrando los ojos e iba a hablar para defenderse, pero su garganta le picaba muchísimo haciéndole mucha molestia, así que prefirió seguir viendo la ventana, sin tanta emoción como antes.

¿Cómo se atreve a decir eso?

Sentía mucha ira en ella, no le gustaba que hablen despreciando su profesión ni mucho menos que la haya tomado como "tonta" por involucrarse en algo que le gusta.

Bufó y se cruzó de brazos, sin mirar a la ventana con emoción ni sonriendo, se encontraba seria. Muy seria.

-¿Ya no quieres ver las tiendas? -preguntó el chico al notar el cambio de humor de la chica, tranquilo. La castaña bufó nuevamente, más molesta.

¿Encima se atrevía a preguntarle eso?

Se mordió la lengua para no gritarle y se volteó al contrario del lado de Shawn, quien seguía tranquilo, ajeno a la profesión y molestia de la castaña.

Se acomodó y cerró los ojos, dándole la espalda.

Shawn sonrió.

-Parece que ahora ya te dio sueño, el doctor tenía razón. -dijo el chico, mirando como la castaña se había acomodado para dormir.

Con una mano acarició el cabello de la castaña, mientras con la otra conducía, y la dejó dormir tranquila.

(...)

-Hey... ya llegamos. -susurró Shawn moviendo lentamente a la castaña, que de verdad se había dormido en el asiento. La chica abrió los ojos lentamente y vio al rostro del chico centímetros de ella.

Volvió a gruñir y, evitando al chico, salió del auto, con la cabeza y garganta doliendole mucho.

Shawn se encogió de hombros y cerró su auto mientras le ponía llave, ajeno a la situación.

Camila sintió un ardor en su garganta y comenzó a toser intentando librarse de ese malestar, siendo su tos peor que antes.

Shawn llegó hasta ella e intentó sobarle la espalda para tranquilizarla, pero la castaña se alejó rápidamente de él, igual de molesta que antes.

El castaño frunció el ceño.

-¿Estás bien? -preguntó preocupado.

La castaña rodó los ojos y, después de unos segundos dolorosos e interminables para ella, respondió inaudible.

-¿Te parece que estoy bien? -le preguntó, fría y molesta, totalmente seria. Shawn la miró sorprendido por el tono, pero él le respondió tranquilo.

-Para que mejores no debes hablar, ya sabes lo que dijo el doctor. -le dijo suavemente, ignorando el feo tono de la chica. Enfermarse la debe poner así y él debe ser amable con la hija de los dueños de la casa donde vive.

Camila bufó.

El chico abrió la puerta de la casa y dejó que Camila entre antes que él, luego cerró la puerta y siguió a la castaña de cerca.

Camila caminaba cruzada de brazos y con el rostro serio y pálido por la enfermedad que tenía, asimismo seguía con la calentura con la que le llevaron al hospital, así que de todas maneras seguía sintiéndose mal.

-Lo mejor será que vayas a descansar a tu habitación. -dijo el chico, viendo que la castaña se había echado en el sofá frente al televisor.

Camila no le hizo caso y siguió echada en dicho sofá, sólo por darle la contraria a Shawn y molestarlo, aunque ella estaba más molesta que él.

Cerró los ojos e hizo una mueca debido a una punzada que sintió en su cabeza y botó aire.

-Camila, ¿qué pasa? -preguntó Shawn llegando hasta ella rápidamente, pero la castaña lo ignoró.- Ve a tu habitación, aquí te sentirás peor, chica. -dijo el castaño, acariciándole el cabello, la chica se apartó y le volvió a dar la espalda.

Shawn frunció el ceño.

Algo le dice que eso ya no es parte de su enfermedad, pero ya no debe molestarla más si no quiere que se ponga peor o se moleste más.

Se dirigió a la habitación de la chica y sacó una manta para abrigar a la chica, debido a que seguía haciendo frío. Volvió al sofá donde estaba la castaña y la tapó hasta el cuello delicadamente.

Tal vez así ya no empeore.

(...)

Un olor a manzanilla invadió sus fosas nasales e hizo que abra los ojos lentamente mientras se aclaraba la garganta ya que aún le picaba.

Era molestoso.

Se sentó para poder respirar mejor, pero se dio cuenta de que ya no estaba en el sofá donde se había dormido, estaba en su cama, tapada con mantas.

¿Qué? ¿Cómo había llegado ahí?

-Cami... hey, ya despertaste. -sonrió Shawn llegando hasta ella. Camila bufó al verlo e hizo una mueca.

Ahora le molestaba su presencia, alguien que despreciaba su carrera no merecía su respeto.

Ya no le caía bien, al menos no ahora.

-¿Qué hora es? -preguntó con la voz ronca y totalmente destruida, a penas era audible.

-Son las 6 de la mañana. -dijo Shawn.- No debes hablar, chica... -repitió. Camila lo ignoró y se volvió a echar en su cama haciendo muecas debido al dolor de cabeza que tenía.- Te daré tu primera medicina, ¿va? -dijo el castaño, buscando entre las bolsas que había traído del hospital la primera medicina que le daría.- Pero primero, toma esta manzanilla, no has comido nada hasta ahora, pero esto puede hacer que te sientas mejor. -dijo el chico, acercándole un vaso. Camila bufó y negó.

-No quiero eso. -dijo mirando el vaso con desprecio. Shawn volvió a intentar.

-Tomalo, sino nunca te sentirás mejor. -dijo el chico, sentándose al lado de Camila y acariciándole la espalda. La castaña se apartó rápidamente, molesta y mirándolo con el rostro molesto, algo que el chico decidió no dejar pasar, no esta vez.- Desde ayer estás rara conmigo, como si estuvieras molesta... ¿Estás molesta o eres así cuando estás enferma? -preguntó el chico confundido y Camila rodó los ojos.

-No es de tu incumbencia. -respondió la chica, inaudible, fría, mirándolo seria, con desprecio y enojo.

Shawn la miró sorprendido mientras subía las cejas del asombro por la frialdad de la castaña, no imaginó que la chica llegase a responder así, si se ve tan amable...

No es que la conozca mucho, pero antes lo había tratado relativamente bien, ahora está molesta con él, como si no lo aguantara.

O eso es lo que él siente.

-Camila, vamos, respondeme. -dijo el chico, ya que no quería tener problemas con la menor de los Cabello nada más al llegar, dejando la medicina a un lado y sentándose junto a la chica.

La castaña gruñó mientras se aclaraba la garganta debido a que le dolía y picaba.

Enserio le había molestado eso que había dicho de su profesión y de ella. No es una "tonta", además nunca se referiría así de una persona que estudie una profesión que a ella le disguste sólo por eso.

-¿Qué hice mal? -preguntó Shawn, observando a los ojos irritados y llorosos de la castaña.

-Déjalo, ya no importa. Soy una tonta y ya. -dijo la chica y, aún molesta, le volvió a dar la espalda en su cama, tapándose con las mantas, tiritando de frío, volviendo a dormir.

Se encontraba muy cansada.

Shawn frunció el ceño confundido.

¿Ahora qué hizo?

Pero seguro sí hizo algo sin darse cuenta para que la chica se haya molestado tanto, pero no recuerda qué.

Le colocó un paño tibio en la frente para bajarle la calentura y cerró las ventanas mientras se sentaba en el sillón de la castaña con su celular en las manos.

No sabe qué hizo, pero ahora necesita averiguar de la enfermedad de la chica para saber cómo tratarla y cómo hacer que no empeore.

Sin embargo no se le quitaba una duda de la cabeza...

¿A qué se refería con que es una tonta?

»»«»»»»»«««««
Espero que les guste mucho! Yo estoy muy emocionada con esta historia y espero que ustedes también ❤

Las amo❤

Home. [Shawmila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora