14.

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-Aquí es a la derecha. -dijo mientras señalaba a la derecha con su iPhone en la mano y un jugo de naranja de cajita en su otra mano.

Ese iba a ser su desayuno.

Shawn volteó el volante hacia donde la castaña le indicó y aumentó la velocidad, lo que la chica agradeció mientras su pierna derecha temblaba ligeramente.

-Aquí es. -exclamó mientras señalaba su escuela. El castaño observó dicho lugar y alzó mucho las cejas.

Era enorme.

Estacionó su auto y la chica bajó rápidamente de éste, colocándose su mochila en los hombros, nerviosa, con la cajita en su mano derecha.

-Bien, me voy, me voy, me voy. Ya me voy. Gracias. -dijo rápidamente mientras el chico la observaba.

-¿A qué hora sales? -preguntó, viendo que la chica se alejaba corriendo.

-¡A las 2! -exclamó, perdiéndose en los arbustos que había empezando su escuela.

(...)

-Ay, que me abran la puerta, por favor. -dijo rezando mentalmente mientras tocaba despacio la puerta de su aula.

De milagro la habían dejando entrar al colegio, ya que el vigilante la conocía, pero su aula era otro tema.

Pasaron unos minutos y escuchó pasos acercándose a su puerta.

Tomó aire e intentó tranquilizarse.

Se había agitado un poco al correr por todos los pasillos como loca.

-Señorita Cabello, primer día y llega tarde. -dijo un profesor mirándola de pies a cabeza. Camila sonrió nerviosa y asintió.

-Sí, lo que pasa es que... -comenzó a explicar su razón pero el profesor negó.

-Que no se vuelva a repetir, por favor. -la chica asintió varias veces.

-¿Me deja entrar? -preguntó señalando el interior de su aula. El profesor asintió y se hizo a un lado.

-Pase.

La chica pasó rápidamente a su aula mientras levantaba la mirada para ubicar a su grupo de amigos.

Una mano trigueña levantada, llamándola, la hizo sonreír y dirigirse  a dicho lugar donde le guardaban un sitio.

-Miren, la modelito llegó. -dijo Avril riendo, haciendo que los demás rían.

-Por ser famosa le dan beneficios, es injusto. -siguió Zayn, riendo también.

Camila tomó aire y continuó pasando por dichas carpetas hasta llegar a la esquina derecha donde se encontraba su grupo de amigos.

-¡Mila! -exclamó Ariana, señalando la carpeta detrás de ella. Camila sonrió y se sentó al ver a sus demás amigos.

-Ya, silencio. Sigamos con el tema. -dijo el profesor de Matemáticas que, en lugar de hablar del tema de clase, hablaba sobre su nuevo año, sobre sus actividades y eso. Que se esfuerzen, que no se relajen y blah blah blah.

-¿Por qué llegaste tarde? -le preguntó Justin, agachandose para que no lo vean.

-Me quedé dormida. -explicó sacando sus cuadernos.

-Lo supuse. -dijo Dove, sonriendo.- ¡Yo también tengo esos cuadernos! -exclamó emocionada, viendo los cuadernos de la castaña.

-¡Y yo! -exclamó Liam, riendo.

-A ver, joven Payne, ¿quiere ayudarnos con el tema? -preguntó el profesor, mirando fijamente a Liam quien se puso rojo como tomate.

Ariana se rió en voz baja.

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