46.

470 54 48
                                    

Camila sollozó mientras se limpiaba las mejillas.

-Sabes que los fotógrafos son unos estúpidos. -le susurró Alessandro, sin dejar de abrazarla, conociendo muy bien todo ese mundo y lo que le afectaba a la castaña.- Deberías denunciarlos.

-Lo más probable es que mi mamá lo haga. Aún no sé si ya vió las fotos o no. -dijo, sorbiendo por la nariz.

-Joder, Mila. Tienes que cuidarte más. No puedes estar haciendo tantos desarreglos en tu vida. Ya te dije que has bajado de peso y...

-Ya, ya lo sé. Pero es por el cambio de la dieta y...

-Y el estrés, Mila. -la interrumpió.- Es demasiado para tu edad y...

-No voy a renunciar. -aclaró.

-Nunca dije que lo hagas, pero deberías tener en consideración que te estás arriesgando mucho y no es bueno para ti. -le dijo, acariciándole la espalda.- No me gustaría que te pasara algo malo. -le susurró, mirándola a los ojos.- Enserio no lo soportaría.

Camila observó los ojos verdes del castaño y fue increíble ver como estos, poco a poco, iban poniéndose más brillosos.

Joder.

El chico no dejaba de mirarla, y no podía creer lo mucho que esa pequeña persona significaba para él, aún cuando ya no eran pareja.

Pensó que la superaría después de todo este tiempo... pero no.

Inconscientemente el chico iba acercándose poco a poco a la castaña, mientras ella no dejaba de observarlo, sin saber exactamente por qué ni lo que estaba pasando.

Joder.

Nunca superaría a Camila. Jamás lo haría.

-Siempre voy a preocuparme por ti. -le susurró a solo centímetros de su rostro.

La distancia no hacía más que cortarse a cada segundo que pasaba, mientras ya cada uno podía aspirar el aroma del otro y sus narices ya se rozaban, el ambiente se había tornado un poc...

-¡Mila, ya estoy aquí! Te traje el banana split que tanto...

Al llegar hasta el marco de la puerta de la castaña se quedó callado, mirando la escena que estaba frente a sus ojos con una expresión... asombrada.

Y un poco decepcionada.

Ambos chicos, al escuchar al castaño, se separaron inmediatamente, la castaña un poco más rápido que el chico, quien aún no volvía del todo en sí al haber estado tan cerca de su exnovia a la que tanto quizo y querrá siempre.

La chica se colocó el cabello detrás de las orejas y observó a Shawn, quien miraba a ambos chicos con las cejas alzadas, claramente sorprendido.

Esperaba encontrarse con cualquier escena, enserio cualquiera, menos esa.

-Lo siento si interrumpí algo. -soltó con un tono... duro. Y frío. Mirándolos a ambos, quedándose un momento más largo mirando a la castaña, quien aún tenía los ojos llorosos.- Yo ya me iba, sigan en lo que estaban. -dijo, negando, mientras dejaba el banana split, que había comprado exclusivamente para la chica, en su repisa que estaba a la entrada y, después de eso, se alejaba de la habitación, enojado.

Muy enojado.

-Joder. -susurró la chica, poniéndose de pie, dispuesta a seguir al castaño. El ojiverde la tomó del brazo.- Shawn, espera.

-Mila, déjalo, ahora está muy enojado y te puede hacer algo si... -dijo Alessandro, aún un poco ido.

-Suéltame. -exclamó la chica, soltándose bruscamente del agarre de su exnovio, para salir en busca de Shawn.

Home. [Shawmila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora