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-¿Chicos, ya van a almor...? -se acercó la cocinera a llamarlos, sin saber lo que estaba pasando, interrumpiendo dicha interacción entre ambos, y callandose al darse cuenta de que estaban... ocupados.

Los 2 chicos se separaron al instante de escucharla, asustados y sin saber qué ocurría. Camila cayó al césped echada y Shawn se sentó rápidamente. 

Ambos tenían el corazón a mil por hora y estaba de más decir que se sentían... extraños.

Volteó a ver a la chica, rápidamente, y se rascó la nuca, nervioso.

Le tendió la mano caballerosamente, para ayudarla, y Camila lo ignoró totalmente, sentándose también.

-El almuerzo ya está listo. -dijo la cocinera, insegura de haber aparecido en el momento indicado, yéndose de ahí para darles "privacidad" a ambos.

Se les ve lindos juntos, ya lo ha notado. Conoce a Camila desde que está en el vientre de su madre y siempre ha sido una linda chica, muy amable y respetuosa, humilde a pesar de tener éxito mundial y la quiere mucho; y a Shawn lo conoce desde hace unos días, pero es un chico lindo, educado y buena persona a su impresión, se presentó ante todo el personal de una manera muy educada que ninguno se esperaba y los trata muy bien, siempre muy amable.

Indicado para ella.

-Lo siento. -dijo Shawn, rápidamente, mirándola, sintiéndose estúpido por haberle seguido el beso por un rato.

Joder. Es un tonto. No debió hacerlo.

No quería que la castaña se aleje más de él, de nuevo. Odiaba eso. Se sentía muy incómodo y... la extrañaba.

-Lo siento. -repitió nervioso, al darse cuenta de que la chica no le respondía.

Camila levantó la mirada observando el cielo, sin levantarse del césped, sintiendo que las horribles mariposas comenzaban a revolotear en su estómago.

Su nerviosismo estaba a mil a ese punto.

Joder. ¿Qué mierda ha hecho?

Revolvió su cabeza, reaccionando, y bajó la mirada, sin saber qué hacer.

-Discúlpame. - repitió el chico.- No sé qué he...

-Yo he sido la que te ha besado, Shawn. No tienes que disculparte. -dijo, negando avergonzada.

Maldita sea. Está nerviosa.

Muy nerviosa.

Joder.

¿Qué mierda ha hecho ahora?

Maldita sea.

Su corazón iba a mil por hora y sus manos comenzaron a sudar.

Eso no es normal.

Se puso de pie y se dirigió corriendo a su habitación, sin saber exactamente qué hacer frente al chico.

Pero tenía demasiada vergüenza.

No iba a quedarse ahí.

Es que... joder.

Maldita sea.

¿Por qué es tan estúpida?

Lo que había hecho había sido algo tonto.

¿Qué le pasa últimamente?

Entró a su habitación, rápidamente, y cerró su puerta de un golpe, resonando en toda la casa, ante la atenta y confundida mirada de Shawn, quien no entendía nada.

¿Qué ha pasado?

Lo peor de todo es que ahora la castaña lo va a ignorar por mucho tiempo. Ya la conoce lo suficiente como para saber que va a hacerlo.

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