El Vendaval

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Con el viento

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Con el viento...

Lenta pero inexorablemente se va borrando recuerdos de sus vidas, poco a poco se hicieron neblina. El vendaval de las horas arrasó desde el tiempo cruel a la lucha contra sus demonios, despojó sus almas, se llevó la semilla de amor sembrado. El tiempo dulcificó las horas del ayer, sus corazones son como una hoja deshecha después del vendaval...

El paraíso es sólo un instante, lo demás te persigue para siempre.

Las mellizas D'angelo;

»Madison: Si había una descripción perfecta para aquella mujer era la palabra ángel. La chiquilla del corazón de oro. Humilde y sencilla, delicada y sutil, madura y razonal. El parecido de su madre, pero el carácter de su padre.

»Mackenzie: La sangre caliente corría por sus venas, una diablilla en todo el sentido de la palabra. Traviesa e insolente, curiosa y rústica, inmadura y muy poco razonal. El parecido de su padre, pero sin duda alguna, el fuerte carácter de su madre.

Ambas mellizas totalmente diferentes, como el vino y la cerveza. Un sabor tan dulce, como amargo.

Marcadas por una tragedia deciden alejarse de la hacienda D'angelo-Bianchi. Donde crecieron y se hicieron mujeres. Donde se encuentran sus corazones...

Una latina, y otra americana. Sangre tan fría, como caliente. Así son ambas, quienes después de años siendo ambas unas profesionales vuelven a su tierra natal. Montilla, España. Allí encontrarán sorpresas, recuerdos, y muchísimo dolor.

Alessandra una vez dijo que esa hacienda estaba encantada, encadenaba a los corazones y los amarraba a otros, los unía. Y de ese lazo, nadie era humanamente posible de soltarse.

La vida nos pone a prueba y elegir qué camino seguir implica enfrentarse al miedo de lo lo desconocido, soportar el dolor que provoca dejar atrás lo establecido.

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