[Tercera temporada de Ecos de amor]
Como el viento.
Lenta pero inexorablemente se va borrando recuerdos de sus vidas, poco a poco se hicieron neblina. El vendaval de las horas arrasó desde el tiempo cruel a la lucha contra sus demonios, despojó sus...
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—Esto queda entre tú y yo. ¿Vale? —él asintió, con una sonrisa de superioridad me incliné y besé sus labios, me levanté de su cama y tomé mi ropa esparcida por la habitación. —Vístete. Saldremos en una hora.
Me vestí rápidamente y salí de la habitación sin mirar atrás y sin decir más. No me gustaban los dramas ni el romanticismo.
Caminando por los silenciosos pasillos fui sin que nadie de servicio se diera cuenta que salía de una de las habitaciones de los empleados. Específicamente de la de Francisco.
Cuando llegué a mi habitación lo primero que hice fue desvestirme, caminé desnuda por mi habitación y tomé la caja de cigarrillos de mi gaveta de noche. Tomé uno y fui al baño, abrí el grifo de agua caliente de la bañera y me metí ahí, encendí el cigarrillo mentolado y lo fumé relajándome, siempre hacia esto después de tener sexo.
Me tomé mi tiempo en la bañera, me permití pensar muchas cosas, cosas que no debía pensar.
Cuando salí me vestí con un vaquero negro, una camisa roja a la moda elegante, unos tacones abiertos de tiras marrones y listo. Solté mi cabello en ondas y me maquillé con los labios rojos y las pestañas largas. Accesorios y listo.
Era tan fácil verse hermosa y algunas mujeres no lo hacían.
Supe por boca de una empleada que Madi estaba con papá y Luis en la oficina de papá. Suspiré, que bueno y me gustaba la cocina y me había ido por esa rama, no me veía envuelta en papeles y números. Uh.
Miré mi teléfono al cual no le había dedicado mucho tiempo desde que llegué aquí. Tenía muchos mensajes y llamadas. Suspiré de nuevo.
Era tan difícil ser yo.
Me senté en un sofá de la sala con el teléfono, revisando mis redes sociales donde predominaban los likes y los comentarios. El teléfono vibro y me di cuenta que era un mensaje, desplazándome al WhatsApp después de subir una foto en Instagram abrí el mensaje del número desconocido.
Desconocido: Nunca te pude decir lo siento.
Yo: ¿Quién eres?
Desconocido: ¿Tan rápido te olvidas de mí?
Yo: ¿Por qué debería acordarme de ti?
Desconocido: ¿Porque fui importante en tu vida?
Yo: No lo creo, si lo hubieses sido sabría quién eres. ;)
Desconocido: Auch, eso dolió.
Yo: ¿Sueles acosar gente a menudo?
Desconocido: Solo a las señoritas bonitas.
Yo: Uh, he liado con toda clase de hombres, incluyendo mujeriegos como tú, necesitas más que unas palabritas bonitas.
