El alcohol nos hace hacer cosas malas.
Muy malas.
Sentadas en la mesa del VIP con Cata y Madi nos percatamos de cómo Fabrizzio y Luis se acercaban a la mesa, no nos movimos, no teníamos porque. Ellos pidieron permiso y Catalina emocionada por estar cerca de sus ídolos los dejó sentarse. Por un momento la mesa se mantuvo en silencio pero de repente Madison son sorprendió a todos cuando le gritó al mesonero que pasaba:
—¡Una botella de tequila y nueve caballitos por favor! —dijo ella en un tono de voz alto. La incomodidad desapareció de la mesa cuando todos empezaron a gritar y chiflar alegres.
Luis estaba sentado frente a ella, Catalina tenía a Jason frente a ella y a sus lados los vocalistas. Yo en frente tenía a Fabrizzio. Cuando la botella y los caballitos llegaron una ronda de competencias de tragos se inició en la mesa.
—¡Uno, dos, tres!
Primero Madison y Luis, ella lo tomó viéndolo fijamente a los ojos, si antes no estaba ebria estaba segura que con esto si iba a estarlo.
Así siguió la competencia hasta que me tocó a mí. Fabrizzio alzó la ceja con el vaso entre sus manos mirándome fijamente. —Uno, dos, tres! —Chupé el trozo de limón con sal para luego beberme de un trago el contenido. Gritos se escucharon por todos lados.
Entre esa pésima combinación la noche empezó a trascurrir, no se tocaban temas delicados para ninguno de nosotros, al contrario hablábamos temas tribales y hacíamos juegos de mesa, Catalina desapareció con uno de los vocalistas y Madison y Luis siguieron jugando a los dados.
—¿Por qué no cantan algo, muchachos? Me han dicho que tenemos una cantante hermosa entre nosotros. —dijo Luis de repente mirando a mi melliza.
Ella lo fulminó con la mirada, pero ya todos en la mesa gritaban que lo hicieran. Yo miré a Fabrizzio el cual me miraba como pidiéndome permiso. Miré a mi melliza y ella se encogió de hombros así que los muchachos salieron corriendo a buscar el piano.
Gente inmediatamente se amontonó alrededor de nuestra mesa ansiosos por ver qué sucedía. Las miraditas entre Madison y Luis me tenían concentrada, o no sé si era porque me negaba a mirarlo a Fabrizzio como lo hacían ellos dos.
Los chicos llegaron y se sentaron, Madi se movió y se sentó al lado de él, uno de los chicos empezó a tocar el piano y Madison empezó a cantar una canción de Martin Garrix y Dua Lipa, Scared To Be Lonely.
De verdad que ambos cantaban increíblemente espectacular. Me fijé que a Madison se le saldrían los ojos mañana al verse envuelta en un escándalo con Fabrizzio, pues pillé varias cámaras grabándolos.
Cerré los ojos y mordí mi labio, recosté mi cabeza en el hombro de Luis el cual ahora estaba sentado a mi lado. Escuché la letra de la canción y solté un suspiro, cuando no podía seguir escondiendo mis sentimientos me levanté de la mesa y sin decir nada me escabullí hasta el baño.
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El Vendaval
Romance[Tercera temporada de Ecos de amor] Como el viento. Lenta pero inexorablemente se va borrando recuerdos de sus vidas, poco a poco se hicieron neblina. El vendaval de las horas arrasó desde el tiempo cruel a la lucha contra sus demonios, despojó sus...