5. La muerte, mi gran compañera

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Me desperté en la mañana sintiéndome fuera de mi hogar. En cuanto me levanté, mi guardia bajó al distinguir que estaba en casa del viejo y Carter. Beber mucho licor café casero de ese anciano no era bueno.

Salí de la cama dirigiéndome a la cocina, guiada por el olor a café recién hecho y tostadas. Carter y Josep ya estaban comiendo cuando pasé el umbral de la puerta. Visualicé el reloj que marcaba las 10:50 a.m.

—¿Aquí no hay despertadores?

—¿Y arruinar una preciosa mañana silenciosa?

—Eres un cielo Carter.

—Y tu un infierno.

—Aaaww es lo más tierno que me han dicho en la vida.

Con una sonrisa burlona, me serví una taza de café con un terrón de azúcar y mermelada de melocotón.

—Oye Eris...

—Me estás llamando por mi nombre en lugar de enana, molestia, bicho etc... ¿Cuál es la mala noticia?

—Zero me ha llamado.

—Ya os dije a los dos que no volvería.

—Eris es importante...

—Carter, quiero desayunar tranquila, nada hará que cambie de opinión respecto al tema. Déjalo.

—No puedes huir siempre de él.

—Lo intentaré.

—Sabes que no...

—¡Ya basta!—me levanté golpeando mis manos contra la mesa, Carter me miraba sorprendido y triste y el viejo seguía sin inmutarse, quieto como una estatua—. Me voy a casa.

Sin darles tiempo a contestar, salí de la cocina, me puse mis botas y me largué dando un portazo. ¿Quién se cree que era mandando sobre mi vida? Si he dicho que no durante 3 putos años, nada me hará cambiar de opinión. Estoy harta de que por que sea mayor que yo se crea mejor.

Mi paso era acelerado al igual que mi pulso, estaba cabreada. No era la primera vez que Carter intentaba convencerme de volver al equipo, pero estaba harta de trabajos simples y sin sentido, era muy aburrido y el sueldo era una puta mierda comparado con el que tengo ahora.

Llegué a casa casi sin darme cuenta. Entré, abrí una cerveza y me senté en el sofá justo cuando sonó mi móvil.

—Aaggg ¡Venga ya!—dije antes de contestar—. Al habla La Hija del Caos ¿A quien tendré el honor de asesinar?

—Quiero que mate al asesino de mi prima.—por la voz que sonaba tras el teléfono debía ser un varón joven.

—Una vida 5.000$.

—Me da igual lo que haya que pagar, tengo el dinero necesario.

—Necesito el nombre de tu prima y si tiene algún sospechoso en mente.

—Mi prima se llamaba Viana Withe, el asesino fue mi tío.

—¿Nombre de su tío?

—Ron Withe.

—Deje el dinero en la silla de la esquina derecha de la cafetería Massey's mañana a las 13:40 p.m.

—Bien, gracias.

En el instante que colgó me dispuse a buscar la información que necesitaba para este trabajo. No tardé mucho en encontrar lo que necesitaba. Viana Withe, mujer de 17 años, morena, ojos marrones, camarera, sin hijos, fue asesinada por su padre con 23 puñaladas con un cuchillo de cocina mientras su primo de 10 años estaba en la casa, el niño fue quien encontró el cuerpo y llamó a la policía. El presunto asesino fue condenado a 15 años de cárcel, de los cuales cumplió 3 y salió por buena conducta bajo vigilancia policial.

La hija del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora