\\Un ruido se escuchaba a lo lejos. Me acerqué lentamente. No sabía en donde estaba, era una casa y no era la casa de Australia ni la de Nueva Zelanda. Era una casa como rústica y gigante. Subí las escaleras rojas tapizadas llegando a un gran pasillo con muchas puertas. Me intriduci en el pasillo y el ruido se volvió a escuchar. Corrí y abrí una puerta rápidamente. A mis espaldas un quejido se escuchó. Cerré mis ojos y gire lentamente para ver que era. Era una habitación azul con juguetes y cosas para bebé. Una cuna azul con blanco en el medio de la habitación y una ventana blanca alumbrando la habitación. Me empecé a acercar a la cuna y había un bebé luchando por quitar la cobija de su cara. Acerqué mi mano dudosamente y quite la cobija. Tape mi boca con mis dos manos al ver aquel bebé. Se abrió la puerta y voltie encontrando a Michael entrando.//
Abrí los ojos exaltada y me senté en la cama. Había sido un sueño, un simple sueño. Estaba susdando y respirando rápidamente. El rostro de Luke con una bandeja de comida apareció en la habitación. Lo mire y corrió hasta mi dejando la charola en la mesita.
-Estas bien?? Que tienes??-me tomo de la cara con sus dos manos examinandome.
-Si, tuve un sueño...extraño...-sus labios formaron una sonrisa.
-Oh,Michael...entiendo...y que pose utilizaron??-abrí mis ojos y lo avente.
-Lucas!!! Por dios!!-me queje.
-Que??-se rió y se levantó, me -paré y me cargo tirandome a la cama haciéndome cosquillas-no basta Luke, no por favor-reía.
-No, hasta que aceptes que lo quieres-negué con la cabeza-entonces no parare.
-No lo diré!!-aumentó las cosquillas-esta bien lo aceptó!! Me gusta Michael!!
-Eso basta, desayuna y vístete-beso mi frente y salió de la habitación.
Gruñi frustrada y mire el clima por mi ventana. El aire movía los árboles y el cielo era gris. Rodé los ojos y entre a la ducha abriendo el grifo bañandome con el agua más caliente que aguantaba mi cuerpo. Salí y temble de frío. Me vestí con unos jeans negro, calcetines gruesos de colores y mis calentadores con mis botas de invierno. Una camiseta blanca de manga larga y un suéter de lana gris y mi gorro de arcoiris y mis orejeras azules. Tome mi osito café y baje las escaleras. Luke soltó una carcajada gigantesca al verme.
-No te rías, tengo frío-susurre y me serví una taza de chocolate caliente, me senté en el sofá y me puse mis guantes tapandome con la mantita tomando mi chocolate con una película.
-No te enojes, yo te quiero mucho-me abrazó por los hombros y beso mi mejilla.
-Hay que lindos, harían bonita pareja-dijo mama mirándonos con su taza de té.
-Mama!!!-me.queje y se sentó en la mesita enfrente de nosotros.
-Que?? Siempre están juntos, son buenos amigos y como dicen de la amistad y el cariño hay un paso- me reí.
-Así no es la frase madre-mire a Luke y la miraba divertida.
-Bueno, pues los dejó solos, sólo no hagan cosas sucias...
-Mama!!-me volví a quejar y Luke reía juntó con mi madre.
-Adiós chicos-salió de la casa.
-Y tu le sigues el juego...-lo miro sería.
-Tu madre es genial-me dijo y rode los ojos.
Se siguió riendo y lo mire. Dejo de reírse y nos quedamos viendo. Las palabras de mi madre volaban por mi cabeza. Se empezó a acercar y trague saliva. Cerré mis ojos relajandome los más que podía. Sus labios hicieron contacto con los mios y lo tome del cuello. Nos seguimos besando mientras nuestras lenguas se juntaban. Nos separamos rápidamente y negamos con la cabeza.
