Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?

Parte 37: La prioridad es él.

Narrado por Silvia:

Ana sale y yo...me alegro de estar sentada, no podría sostener mi cuerpo. Preparo mi cuerpo y mi mente para lo que viene...pero nada viene. Andreu está allí, sin hacer nada, me mira, con rabia con furia. Los minutos pasan, y nada pasa. Yo le miro a los ojos, él me traspasa con su mirada llena de odio.

- ¿De cuánto?

- 3 semanas.

- ¿El lunes?

- Si.

- Mañana quiero todos los papeles del médico encima de mi mesa. No me esperes en casa. Hablaremos cuando yo pueda. Obviamente la boda, está cancelada. – Diría que me duelen sus palabras, pero sabía esto desde que lo vi por la puerta.- Por suerte te vas a Madrid. Quizás hablemos cuando vuelvas, no quiero seguir contigo. Puedes irte, no te quiero hoy en el programa tampoco.- Pensé que saldría corriendo, no que me echaría a mí.

- Vale.- Se da la vuelta, pero se arrepiente.

- No me merecía esto...no me lo merezco.

- Hice...lo mejor para todos.

- No quiero escucharte. Contesta algo. ¿Ana sabe lo de Marc?

- No.

- Nada más...después de todo lo que hemos pasado...no puedo creer lo que has hecho.

- Lo siento, no quería hacerte pasar por este trance, no otra vez.

- Espero no verte hasta Navidades. En ese momento, hablaremos sobre que haremos con la casa...y todo.

Sale de la habitación. Sin voces, sin lágrimas, sin nada.

Narrado por Ana:

Salgo del camerino, con el corazón a mil. Al otro lado del pasillo está Jordi, que acabará de salir de mi camerino. Se encoje de hombre, en señal de por qué me gritó Andreu, se tuvo que escuchar en medio bloque.

- No preguntes.

- ¿Grave?

- Si.

Berto aparece por el otro lado medio corriendo.

- ¿Qué hiciste?- Me pregunta.

- No es conmigo, es con Silvia. Es complicado...pero me temo que habrá más...pobre Silvia.- Pienso en que no está para que nadie le de voces, ojalá se lo fuese dicho...sino lo fuésemos comentado aquí...no se fuese enterado. Joder. Pero no sabía que iba a estar espiando.

- No se escucha nada.- Dice Jordi.

- Eso...no siempre es bueno.- Dice Berto.- ¿No está mal que estemos en el pasillo, viendo a ver si se gritan?

- Vamos al tuyo... porque cuando se vaya, necesito ver a Silvia.- Le digo, Berto me hace caso.

Nos quedamos allí, sin hacer nada. En silencio. Estoy demasiado nerviosa.

- Tranquilízate - Jordi me toca el brazo, me lo acaricia. ¿No se da cuenta que está Berto?

- Si...si vas con ella, te debe ver tranquila.- Berto me mira, intentando entender que pasó. ¿Por qué no se oye nada? ¿Lo habrán arreglado? Eso...sería genial. Silvia le necesita, diga ella, lo que diga.

Se siente un portazo, y unos pasos alejándose por el pasillo. No lo arreglaron, un escalofrío recorre mi espalda.

- Respira...- Me dice antes de salir en su busqueda, yo quiero verla, no respirar.