Parte 41: Sentir vacío.

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Narrado por Andreu:

Camino de Madrid. En otras circunstancias estaría feliz por las nominaciones, siempre hacen ilusión. En esta ocasión no tengo ganas de nada. Ni siquiera de poner buena cara en el acto. No quiero que llege esta noche, no me apetece ir y ver a otras personalidades del mundo televisivo...y menos que algunos me pregunten por qué no fui con Silvia.

- Silvia...Silvia...mi Silvia.

Cuando llego al hotel, me invade la melancolía. Sé que está en la ciudad, no sé exactamente donde, pero sería tan fácil como llamarla, o llamar a Ana, incluso a Berto. Él se movía entre ambos, se lo noto, no está con ninguno, y está con los dos, supongo que ya no es solo amigo mío.

La cena de los premios es esta noche, la tarde estaba comenzando. Tenía algo que hacer antes de irme de la ciudad. Busco en la memoria de mi móvil. "Sofía R."

- Buenas.- Escucho gente de fondo.- ¿Qué tal? Recibiste mi mensaje, supongo.

- Si. ¿Ya estáis en casa?

- Si, nos dieron el alta antes de ayer...Hay visita. Espera, que entro en otra habitación.

- Estoy en Madrid, como te dije, pero parece que te acosan las visitas, no quisiera molestar.

- Eres una de las personas que más ilusión me hace que me venga a visitar, necesito que lo hagas. Sé que quizás te esté pidiendo mucho, y que puede ser duro para ti, pero...necesito saber algunas cosas.

- ¿Cuándo quieres que vaya?

- Cuando quieras, mejor mañana, hoy viene familia de mi chico. Ven a la hora de comer, así no habrá gente y pues...podemos hablar.

- Allí estaré.- Colgamos el teléfono.

Pese a mis 5 nominaciones, no me dieron ningún premio, cuando vuelvo al hotel tengo mensaje de Berto diciéndome esta todo a punto para mañana, y que me debieron de dar algún premio, aunque fuese al más cabezón. Jordi, también me escribió para decirme que al no ganar ninguno, ya le di medio trabajo hecho, pues será fácil hacer bromas. Y que no me preocupase, que todo estaba bajo control. Corbacho me llamó, pero no se lo cogí y mi madre también...pero con mi madre no quiero hablar.

Al día siguiente hago tiempo hasta la hora del almuerzo. No sabía nada de ella, desde comienzos del verano, cuando me dijo que estaba de 3 meses y medio. Cuando recibí la noticia de que su niño estaba en el mundo. Me alegré, pero parece que nuestros destinos se habían vuelto a cruzar. El suyo nació a primeros de octubre. Silvia perdió a nuestro bebé a finales de septiembre.

Cuando se acerca pido un taxi, al que le doy su dirección. Poco después estoy en su portal, me paro a fumar un cigarro que me de fuerzas, y es entonces cuando subo. Ya estuve en esta casa, la última vez, con mi madre.

Tras llamar, un tipo alto, delgado, más joven y con ojeras me abre la puerta. Por las ojeras, lo identifico como el padre de la criatura.

- Buenas, Andreu. ¿Te puedo tutear?- Dice estrechándome la mano.

- Claro.

- Mi nombre es Imanol. Le conozco por su trabajo, y por lo que Sofía me contó. Soy la pareja actual.- Me invita a pasar. ¿Cuánto sabría ese chico?.- Está mi madre, ya se va. No sabe nada de por qué estas aquí, pero te reconoce, lo siento, pero te va a parar.

- Estoy acostumbrado.

Sí, la mujer me reconoce y yo acepto encantado a sus peticiones, que entre otras, son fotos. Al final la mujer se acaba yendo por la insistencia de su hijo.

Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora