Parte 61: Por todo eso, brindemos.

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Narrado por Ana:

Allí estábamos los 3, esperando tener noticias de Paula. Nos faltaba mordernos las uñas. Jordi está visiblemente nervioso. Se tocaba la barba todo el rato mientras merendábamos en la cocina. El niño le ha preguntado entre galleta y galleta:

- Tito, Ana es mi tita, y tuyo ¿qué es?

- Mi mujer.- Me mira y me sonríe, buscando complicidad conmigo.

- ¿Y por qué?- Pregunta, como si yo no estuviese.

- Pues, no lo sé. Bueno, a ver. Ella me quiere y yo la quiero a ella. Por eso nos damos besos, esos que te dan tanto asco a ti.

- Puaj- Pone cara rara.

- Ya dejará de darte asco...ya. Eso y más cosas.

- No le digas eso al niño...- Le digo.

- Paula no quiere que sea un tema tabú. Habrá que ir dándole pistas.

- ¿Tus padres son así de abiertos también? Porque en mi casa, lo vas a flipar...están en las antípodas aún.

- No, mi padre, algo más, pero no, no tuve la "charla" con mi padre. A mi madre le escandaliza los chistes del programa, por ejemplo. La "charla" la tuve con Carles, bueno hablamos del tema siempre, y un día le pedí condones, y pues...me los dio y me hizo un resumen.

- Pues...en mi casa de esto, no se habla. Yo hablaba de estas cosas con mis amigas.

- Yo no la tuve con Pau, siempre hablamos normal del tema y ya está. Supongo que es lo que hará con el niño. Me gusta más ese método, no hubo que explicarle nada, porque estaba acostumbrada a hablarlo con naturalidad. Y lo que "pasó".- hace un gesto para que yo entienda que se refiere al pequeño.- Yo creo que no tiene nada que ver con la educación que recibió, le puede pasar a cualquiera.

- ¿Cómo te enteraste?

- Me dijo que creía estar embarazada. Pero no era verdad, ella ya lo sabía, se había hecho un test. Esa noche durmió en casa, la que es solo de Fernando ahora, las vueltas que da la vida, aún yo vivía allí. Dormimos en mi cama, se la pasó llorando toda la noche, no tenía consuelo. No le puede ni decir que era una irresponsable, porque la vi tan mal, que lo pude ni enfadarme. Me fui a trabajar, ella no fue a la universidad ese día, cuando volví, le pregunté que qué quería hacer. Que contaba conmigo, para lo que decidiese. Decidió quedárselo. Yo le dije que le ayudaría a decírselo al padre y a mi familia...ahí vino el drama, porque no había padre y mi madre puso el grito en el cielo, mi padre se dejó influenciar por mi madre. Así que se vino a mi casa, después, cuando me instalé aquí, ella se mudó con unas amigas que vivían en un piso de estudiantes, se lo pagaba yo, pero cuando nació, la quise tener aquí. Cuando me quede soltero, se mudó definitivamente. Carles le consiguió un puesto en Madrid, con unos conocidos, y decidió irse porque el niño ya estaba más grandecito y podía dejarlo en la guardería. Pero míralo. Este niño nos unió lo indecible.

- Tito, ¿pelota?

- Vamos.- Lo coge con la mano sana y lo saca de la cocina cabeza abajo, mientras el niño no para de reír.

Mueve la mesa y el sofá grande, despejando el ya de por sí despejado salón, enrollan la alfombra juntos, yo me siento en el sofá. El pequeño chuta siempre, no le da con mucha fuerza, pierde el equilibrio cada vez que le da, Jordi la para con el pie, y vuelta a empezar. Yo me río y disfruto del espectáculo.

- ¿Te gustaría tener hijos algún día?- Le preguntó. Me mira desconcertado. Sé que estaba pensando en su hermana - Es preguntar, por preguntar, nunca dijiste nada. Pero se te ve que te gustan mucho.

Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora