Parte 84: Un virus

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Narrado por Ana:

- ¿Así?

- Si, así. - El niño coge otra bolita de papel y la pega en el folio. Le dije dentro de la estrella que le dibujé, pero él tiene otros planes.

- ¿Ya no estoy malito?

- Yo te veo mejor.- Le vuelvo a tocar la frente, es la quinta vez que me lo pregunta. Llevamos todo el día juntos. Pau y Jordi volvieron, pero por la tarde se fueron, quedaron en Cornellá con Fernando, para contarle todo.

- Tengo hambre.

- No es hora de cenar rey.- No quiso merendar cuando su madre le ofreció.

- Tita Ana...hambre.

- ¿Quieres tortilla francesa?

- Vale. ¿Ayudo?

- Si, ven, que luego le des testimonio al tito de que sé hacer un huevo.

- ¿Qué?

- Nada.

El niño se pone a comer en cuanto la pongo en el plato, pincha parsimoniosamente, los trozos que yo le hice.

- ¿Está rico?

- Si.- Me sonríe. Me pierdo en su sonrisa...es como ver la de él.

- Per què et rius?- Ni cuenta se dio que usó el catalán, a veces le pasa.

- Porque eres guapísimo.

- Ya.- Me río a carcajadas, la sinceridad de la inocencia.

- Tita...- Me mira mal.- Vuelve la cara y se pone a vomitar en el suelo.

- Ehh, no pasa nada.- Mira el suelo, le da angustia ver lo que ha liado. Y eso que fue poca cosa, los cuatro trozos que comió.- Tranquilo, no pasa nada, se limpia...que la tita tiene práctica con gente borrachuzas.

- Me he manchado.- Se mira la camiseta.- Que asco.- Es muy poca cosa.- Ana...- Comienza a llorar.

- Te cambio la camiseta, no pasa nada.

- Ana...- Sigue llorando a pleno pulmón. Le cojo en brazos, lo llevo a la habitación, le cambio la camiseta.

- Ves, para lavar, no pasa nada. No llores, que me pongo triste.

- Titoooooo, ven.

- Estoy yo, no pasa nada.

- Que venga el tito...

- Pronto, pronto vendrá.

- Quiero que me abrace.

- ¿No te valgo yo?

- Es que yo quiero al tito...

- ¿A mí no me quieres?

- Si...- Más llora, se frustra, cree que no le entiendo, y que ahora creo que no me quiere. Sé lo que le pasa, pero creí que ese chantaje valdría, me equivocaba.- Te quiero mucho, pero llámale...- Apena se le entiende, el llanto no le deja a hablar.

- Te prometo que viene pronto, pero no se le puede llamar, está haciendo algo muy importante.

- Titoooo, quiero a mi tito...

- Y yo...y yo.- Que venga pronto por Dios.- Escúchame. Te voy a lavar los dientes, te enjuagas la boca, te lavo la carita de tanta lagrima, y le esperamos en el salón, que le vemos entrar, ¿vale? Pero si te ve llorando, se va a poner muy triste, y otro día mamá no te va a dejar quedarte conmigo. Y yo me voy a poner triste sino me dejan cuidarte. ¿Lo harás por mí?

Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora